domingo, 10 de junio de 2012

Libertad y Superación


¡Este blog ha cumplido 5 años!

Este verano voy a volver a colgar algunos de mis escritos favoritos de los últimos años - esto fue de Julio 2007:

Han pasado más que dos años y soy una persona completamente distinta. La adopción no sólo te hace madre sino que además te enriquece, te hace crecer como persona.”
Son las palabras de Sara Barrena, de su libro “Venida de la Lluvia” y me gustaría decir que casi tres años después de adoptar puedo decir lo mismo que ella – que soy otra, que la experiencia me ha enriquecida, que he crecido como persona.

He pensado mucho en como ser madre – o padre – nos puede cambiar en general y cuales podrían ser las diferencias entre los cambios que experimentan los padres biológicos y los padres adoptivos.

He sido madre durante casi doce años, pero lo que ha cambiado durante los últimos tres es la forma en que veo los límites.

Me di cuenta hace una década de que mi vida era un ejercicio en la “auto-limitación”, que yo misma había dibujado unos horizontes muy estrechos alrededor de mi misma y que allí dentro estaba viviendo encerrada, atrapada, agobiada.

Cuando mi marido y yo hablamos de adoptar, pensé que ya había superado a mi misma – que había salido de mi pequeña cajita y que ya estaba volando.

A cambio de la mayoría de las parejas, la adopción fue idea de mi marido, que quería tener una familia numerosa – algo que de joven, yo también había imaginado.

Pero en cuanto lo hablamos, me surgieron un millón de miedos y no puedos… que aquí estaba yo a miles de kilómetros de mi familia, que estaba intentando consolidar mi vida laboral, que no tenía a nadie para ayudarme si pasara cualquier cosa, que yo no podía con más de dos niños, que era imposible, que como nos arreglaríamos económicamente…

Pero, tomamos la decisión de hacerlo.

Hicimos las entrevistas y los papeles, conseguimos la idoneidad, llegaron las fotos de China y me acuerdo como todo se me hizo realidad en un solo momento. Ya era una persona, una hija mía. No pude contener las lágrimas.

Con eso no quiere decir que me sentí tranquila. No tenía ni idea de cómo iba a sacar adelante a más niños, porque ya me había salido el trabajo en la radio…

Llegó la carta para viajar a China y casi me da vergüenza decir que tuve miedo a viajar – después de tantos viajes y tanto gusto por viajar – pero esta vez sería sin mis hijos – ningunos – y sentí miedo por si algo nos pasaron en el viaje, dejando huérfanas tantos a los que dejamos en España como a la que nos esperaba en China…

¡Por favor!

No me gusta confesar que en ese momento de mi vida sólo vi barreras alrededor de mí. ¡Como he cambiado! De verdad, hoy – sólo tres años después – soy otra persona por completo.

En medio de todo, vimos llegar no sólo a nuestra hija de China sino de una hija más (una sorpresa biológica) y os voy a decir una cosa: somos capaces de mucho más de lo que podemos imaginar.

Hubo un año muy, muy difícil en que físicamente me vi estirada al máximo.

Pero ahora, miro hacía atrás a mis viejas preocupaciones con una sonrisa. He visto como he podido hacerlo. Veo que es como escalar una montaña - no lo haces sabiendo de antemano exactamente como lo vas a hacer. Te lanzas a la montaña con tus herramientas y vas buscando huecos donde meter primero una mano, luego un pie después otra mano. Sólo piensas en el paso que tienes delante - nada más - y así llegas a la cima.

Para mi, todo ha valido la pena. Antes no me ví como una persona tan paciente; hoy soy mucho más paciente. No era muy tranquila, ahora me siento mucho mas tranquila. También me encuentro mas feliz, quizás mas sabia.

He crecido – sí. Mi vida se ha enriquecido.

Y cuando hablamos de la posibilidad de volver a adoptar, no me causa ninguna preocupación.

Es cierto lo que dicen de que si vas caminando hacía tus horizontes, verás como ellos irán retrocediendo.

“Teníamos un desconocimiento total de la montaña, por eso nunca nos pusimos límites y pensamos que podríamos sobrevivir. Las hazañas son posibles porque alguien se animó a hacerlas. Nosotros no contábamos en aquella ocasión con el no se puede.”
Gustavo Zerbino, superviviente junto a otras quince personas del trágico accidente aéreo ocurrido en Los Andes en 1972. (La Expansión & Empleo, 31 Agosto 2002)

8 comentarios:

marina dijo...

¡Enhorabuena Brenda por esos cinco años! es un lujo contar con un blog de postadopción tan rico como el tuyo.Un beso

Chus dijo...

Felicidades Brenda!!
Nunca te había comentado, pero sí leo tu blog muy a menudo, es una referencia para las familias que nos hemos formado a través de la adopción.
Gracias

Un saludo
Chus

Gratistotal dijo...

Este texto parece que lo he escrito yo! mi historia es casi idéntica

Lidia dijo...

Gracias por compartir tu tiempo y experiencia vital que es un gustazo compartir.

Anónimo dijo...

Mis felicitaciones y mi agradecimiento porque tu blog fue un punto y aparte en los blogs de adopción. Encontré una voz que decía las cosas conmo son, que hablaba de problemas, de obstáculos, de dificultades y de cómo superarlos. Recuerdo la axfisia por tanto blog rosa sobre adopción... y tu nueva y visión

un abrazo
Itsaso

Anónimo dijo...

felicitaciones y agradecimiento también desde Ecuador! lis

Mónica Castaneda U. dijo...

Felicidades Brenda!! Me encanta tu blog, la manera en que escribes y cuentas tus experiencias! Siempre aportando a la adopción : )
Un abrazo desde México

laura dijo...

felicidades y que se cumplan muchos mas!! me encanta leerte y es un placer sentir que alguien siente como tu, por eso te agradezco el blog... por eso y muchas cosas más...
un abrazo
laura