miércoles, 28 de diciembre de 2011

Como Hablar de "La Mochila"


Cada uno de nosotros lleva una mochila. Conviene abrirla de vez en cuando...


Hemos visto que la metáfora de "la mochila" que lleva nuestros hijos puede ayudarnos a visualizar conceptos complejos, pero también tiene sus peligros. Porque podemos verlo como algo negativo, una carga que tendrán que llevar durante el resto de la vida y que solo conlleva sufrimiento - en vez de verlo como algo que sirve para hacerles más fuertes, para enseñar, para darles perspectivas únicas en la vida...


Una madre ha compartido este comentario sobre la mochila:

"¿Utilizas con ellas (tus hijas) la metáfora de la mochila... así directamente? Hablar con nuestras hijas de su historia no solo es hablar de abandono, es hablar de los problemas que su institucionalización, su falta de estimulación, nutrición les ha provocado, como - por ejemplo - problemas de salud, de aprendizaje, conductuales... de pérdida de identidad racial que tienen que vivir día a día ?Cómo planteas estos problemas con tu hija?

Personalmente lo he intentado pero resulta complejo, duro y doloroso."

Estas son unas preguntas importantes: ¿Cómo hablamos de la mochila? ¿Lo podemos/debemos hacer directamente? ¿De verdad tiene que ser duro y doloroso hablar de estos temas?

He encontrado unas pistas en el libro "Hablando con Niños de la Adopción" (Talking Young Children about Adoption" - sólo en inglés). Las autoras son madres adoptivas, pero además, la Doctora Watkins es psicológa y la Doctora Fisher es psicoanalista y profesora de psiquiatría de la Universidad de Chicago.

Su libro me destaca en este asunto por dos motivos:

Primero por como demuestran las múltiples formas de abordar la adopción con nuestros hijos. La segunda parte del libro proporciona unos 20 casos de diversas familias y como han hablado de la adopción con sus hijos a lo largo de preescolar y primaria. Está claro que no hay una sola fórmula y, como nos enseñan las doctoras, lo importante es la transparencia, la disponibilidad de los padres para hablar y conectar con sus hijos desde su punto de vista, saber escucharles y responder a nuestra manera.

Segundo, en la primera parte del libro hablan de un fenómeno que nos afecta a muchísimos padres y madres. Es la sensación de que hablar de adopción equivale dar malas noticias al niño. Dicen que no es de extrañar porque existen en la sociedad mitos negativos sobre la adopción y también prejuicios sobre el valor de los lazos de sangre. Inconscientemente, nosotros hemos asimilado estos mensajes negativos que luego dificultan la comunicación sobre adopción con nuestros hijos.

En realidad, su libro está dedicado a como hablar de la adopción en sí y nos ayudan primero a desmitificar la adopción para acercarnos a la comunicación desde un punto de vista positiva, comprendiendo como funciona de verdad esta solución tan importante para la protección de los derechos de los menores, que disfrutan de muchísimas más ventajas que desventajas gracias a la adopción.

Sin embargo, cuando vamos más allá de hablar simplemente de la adopción, para abordar los temas de la mochila entramos en un terreno que - por mucho que intentamos ver lo bueno, muchas veces tenemos que comunicar noticias que son verdaderamente malas - como ha dicho la madre del comentario - noticias sobre abandonos y sobre los efectos que la institucionalización, la falta de estímulos y nutrición que puede tener sobre su salud, su desarrollo, el aprendizaje y los comportamientos.

No es de extrañar que nos cueste comunicar sobre estas noticias. Como es lógico, nuestros hijos. al recibir información sobre estos temas, pueden sentir tristes, confusos, abrumados, enfadados o impotentes . Y para colmo, tendrán preguntas para las que no hay respuestas fáciles:

¿Por qué?

¿Por qué yo?

¿Por qué no me protegieron?

¿Por qué no me querían?

¿Por qué tanta injusticia en el mundo?

Sherry Eldridge, mujer adoptada, activista y autora de "20 Cosas que Los Hijos Adoptados Desean que Supieron sus Padres" (sólo en inglés) cree que nos cuesta a los padres adoptivos aceptar el dolor que sienten nuestros hijos porque vivimos en una sociedad que busca evitar el dolor a toda coste:

"En fin ¿No implica el dolor una injusticia o un fracaso o una barrera a nuestro derecho garantizado a la felicidad?"

Cita el libro de un reconocido médico:

"En los tiempos modernos, el dolor es el enemigo, un invasor malvado que tiene que hay que echar para fuera. Y si el Producto X quita el dolor 30 segundos más rápido, mejor. Este acercamiento tiene un defecto peligroso: una vez que miramos el dolor como enemigo, en vez de señal de alarma, el dolor pierde su poder para instruir. Silenciando el dolor sin considerar su mensaje es como desconectar una alarma para no recibir malas noticias."

También cita otro experto en adopción:

"Lo que hace falta es una actitud de homenaje hacia el dolor - una actitud de ver el dolor como un enemigo querido que embellece en vez de destruir. Igual que el granito de arena puede producir una perla dentro de la ostra, también el dolor de la adopción puede producir la perla de la intimidad entre los padres adoptivos y sus hijos.

Eldridge también cita el libro descatalogado "Lo que está escrito en el corazón: Asuntos Primos en la Adopción":

"Los padres quienes hijos expresan tristeza normalmente sienten que necesitan reconfortarles, en vez de sentir la tristeza con ellos. Pero habiendo perdido unos padres es algo por el que sentirse triste, y lo mejor que cualquier padre o madre puede hacer por su hijo es permitirle compartir esos sentimientos de pérdida con ellos. Mientras que parezca más fácil - sobre todo al principio - evitar esos sentimientos incómodos, mantenernos en el superficie pronunciando eslóganes alegres no es la alternativa más cariñosa, porque al final priva tanto a los padres como a sus hijos de una intimidad auténtica."

Para mí está claro, hay que abrir la mochila junto con nuestros hijos, mirar los contenidos y hablar de ellos. Será un proceso doloroso, sin respuestas que les hará sufrir a ellos y también a nosotros. Pero estamos hablando de cosas, experiencias, situaciones, historias que les pertenecen y que siempre van a estar con ellos.

Porque con el paso del tiempo, estas cosas no desparecen, simplemente cambian de aspecto - como nos explica Brodzinsky en su estupendo libro "Soy Adoptado" (recientemente editado en español).

Además de comprender y acompañar a nuestros hijos en su dolor, necesitan nuestra ayuda para interpretar lo que han vivido porque van a dar interpretaciones a los hechos de su vida con o sin nuestra ayuda.

Entonces, volvemos al principio, sobre el verdadero significado de la mochila:

¿Es una carga que voy a llevar durante el resto de mi vida?

¿Estoy "condenado" al dolor, la tristeza y la rabia?


¿Soy una "víctima"? o

¿Llevo una mochila llena de experiencias y herramientas que me hacen más fuerte, que me aportan perspectivas únicas, que me hacen especial?

¿Cómo puedo perdonar y así vivir en libertad?

¿Qué puedo hacer yo con lo que me ha tocado en esta vida?

Si quieres leer más, te recomiendo: Esos Malos Oportunos

martes, 20 de diciembre de 2011

Sobre la Famosa "Mochila"

Además de madres y padres adoptivas, parece que hay bastantes personas adoptadas que también visitan este blog. Recibo comentarios y también cartas de ellos que me animan mucho. Hace poco, recibí este comentario de Ana, una psicóloga de Colombia que también fue adoptada:



"Estoy cansada de leer y escuchar que los adoptados tenemos una mochila, como si no tuviéramos nada bueno, que los adoptados tenemos la herida del rechazo y del abandono. Parecen frases de cajón. Por qué no cambiar estas frases por: los adoptados son personas con muchas fortalezas internas, que los padres adoptivos tenemos que ayudarles a descubrir. Gracias a la entrega de los padres biológicos, la vida le está dando la oportunidad a este niño de descubrirse en un mundo nuevo, a través de una familia adoptiva. Creo que los expertos en adopción siguen en pañales porque siguen con estas frases y tanto los padres adoptivos como los hijos adoptivos sufrimos con estos mensajes nada positivos."

En la adopción, como en todos los ámbitos de la vida, nos pueden ayudar muchísimo las metáforas. A través de la imágen de algo concreto y fácil de visualizar entramos rápidamente en un tema complejo y quizás difícil de comprender. Por este motivo, a mí personalmente me gusta la metáfora de la mochila - pero no sólo para comprender a una persona adoptada sino a todas las personas, porque todos llevamos una mochila llena de experiencias, de traumas y de triunfos y de todo, todo, todo lo que hace que yo veo el mundo de una forma y tu lo veas de otra forma.

Sin embargo, reconozco que cada metáfora tiene sus límites y también puede tener sus peligros. Por eso aprecio muchísimo el comentario de Ana. Nos advierte sobre uno de los peligros más importantes - de ver la mochila no como algo normal que lleva una persona - y algo que hay que entender y saber llevar - sino como una carga que hunde a la persona y le convierte en víctima.

Creo que también es importante que nuestros hijos sepan que ellos no son los únicos que llevan una mochila. Lo cierto es que he conocido personas en esta vida que llevan mochilas pesadísimas - y parece que gracias a ello, son más fuertes que los demás. Con sus mochilas a cuestas, suben las montañas más empinadas e "imposibles". Destacan por su creatividad, por su compromiso, por su disciplina, por su empeño, por su empatía...

Ahora mismo estoy trabajando con una persona así. No es adoptada, pero lleva una mochila llena de una discapacidad física, de problemas físicas relacionada con su avanzada edad, de la viudad y de otras muchas cosas. Tiene 82 años y se llama Joan. Hace 20 años vino a la Costa del Sol para jubilarse con su marido. A él le diagnosticaron un tumor cerebral en 1991 y murió tres semanas después - dejando a la pobre Joan totalmente sola en un país extranjera.

Lo que Joan no pudo aceptar fue la falta de un centro de cuidados paliativos, como tenían en su país. No pudo aceptar que su marido tenía que sufrir sin el apoyo que merecía en un ambiente acogedor donde su dignidad fuera prioritario hasta el último día de su vida. Así fue que decidió que las cosas tenían que cambiar. ¡Pero Joan tenía 62 años! Fue una mujer, viuda, jubilada y PENSIONISTA en la Costa del Sol. Además, su problema físico que le hacía muy difícil andar... Tenía la mochila llena hasta arriba.



Ahora me toca a mí redactar el libro para el 20 Aniversario de Cudeca, la Fundación que creó Joan - de la nada. Durante las últimas dos décadas, han cuidado a más de 6,000 pacientes en fase terminal de cáncer. Como dice Joan, "No podemos añadir días a sus vidas, pero sí podemos añadir vida a sus días." ¡Y lo hace! Ha creado equipos médicos que van a la casa de los enfermos. Ha construido un centro de ingresos para prestar cuidados intensivos. Tiene un centro de día donde los enfermos reciben todo tipo de mimos y un apoyo impresionante. A pesar de todas las dificultades personales y sociales, ha triunfado y hoy es un ejemplo para todos. A sus 82 años, es incansable: trabaja 7 días a la semana y contagia a todos con su fé y su alegría por vivir.

Hace poco, investigando, encontré un artículo sobre Joan en el que leí:



"Joan empezó a adquirir esta combinación única de habilidades y características en su niñez. No le gusta mucho hablar de esta época de su vida pero no tuvo una niñez como otras niñas, dado que padecía de artritis en una cadera que no le permitía participar en actividades deportivas en el colegio.

"La naturaleza tiene una manera de recompensar a personas con una deficiencia y solamente un psicólogo podría analizar con certeza las recompensas de Joan. Pero quizá su determinación por lograr unos objetivos a pesar de cualquier dificultad o discapacidad empezó a una edad temprana.



"Esto, quizá mas que ninguna otra característica, ha sido la clave de su éxito... Se han presentado muchas dificultades que no conocemos: muchas personas se hubieran desanimado ante tales situaciones."

La historia de Joan es sólo una historia entre otras muchas, de personas que no lo han tenido fácil, pero que han triunfado quizás no "a pesar de" sin "gracias a que" han sufrido en la vida. Como madre, me gusta compartir historias como esta con todas mis hijas - no sólo mi hija adoptada (aúnque creo que muchas vece pueden tener una especial relevancia para ella).

Quiero que sepa mi hija que el hecho de ser adoptada le ha llenado la mochila con una experiencias añadidas, dignas de analizar, de comprender, de tomar en cuenta... Pero que ella no es la únicoa. También la vida ha llenado la mochila de los demás con una gran variedad de experiencias y algunas personas, como ella, llevan encima unas cargas especialmente pesadas que pueden servir para hundirles o para hacerles más fuertes.

Comparto con ella - y las demás niñas - historias como la de Joan y también de cualquier otra persona que conozco que ha superado un reto en la vida. Pero también - y de igual importancia - hablamos de casos de personas que se rinden ante la más mínima contrariedad o que simplemente no hacen un esfuerzo para hacer nada en la vida, siempre echando la culpa a lo que llevan en la "maldita" mochila.

También abro mi propia mochila para que vean lo que llevo dentro. Les cuento una y otra vez las grandes dificultades que he sufrido y superado, su efecto sobre mí y como han servido para fortalecerme y enseñarme miles de cosas. Es interesante reflexionar sobre el hecho de que soy quién soy hoy gracias a todo lo que he sufrido, gracias a lo mucho que he sufrido...


Esto es lo que necesitan nuestros hijos para saber organizar y llevar su mochila, para que sirva de algo y para que vean la gran utilidad de cualquier experiencia que les ha tocado en la vida - y de todo lo que les va a tocar en el futuro.

jueves, 1 de diciembre de 2011

¡Por fin! Mi Libro Favorito está en Español





Tengo muy buenas noticias - que para mi son como un sueño hecho realidad:


El libro "Soy Adoptado" del Dr David Brodzinsky ha vuelto a salir en ESPAÑOL - ¡por fin! Gracias al trabajo de un editorial realmente fantástico, Grupo 5, ya tenemos una nueva versión que incluye hasta un capítulo escrito por Jesus Palacios (leer más), el catedrático de la Universidad de Sevilla que tiene tanto renombre en el mundo de la adopción.


¿Por qué recomiendo tanto este libro?

Por qué nos ayuda a los padres a comprender la adopción de nuestros hijos desde su punto de vista en cada etapa de su desarrollo y a lo largo de su vida. Como dice el Dr Brodzinsky en el libro, es útil imaginar una caja que tenemos guardado en una estantería del armario. De vez en cuando lo sacamos para mirar allí dentro y quizás sacar algo para luego volver a guardarlo. Así es la adopción. No es que tiene que ser siempre el tema central de la vida de una persona adoptado, pero siempre está allí y de vez en cuando se convierte en un tema activo que preocupa de nuevo por algún motivo... Es útil comprender cuándo y cómo les suele afectar y preocupar para poder comprenderles mejor.

Otra cosa que me gusta de este libro es que los autores son investigadores con prestigio internacional que cuidan mucho sus palabras para no exagerar. Todo está basado en estudios serios, pero también cuentan anécdotas de sus pacientes para darnos ejemplos de cómo la ciencia cobra vida en la realidad diario de las personas y las familias.

Ya tengo este libro en inglés y también la antigua versión descatalogada en español - pero tengo la nueva versión en camino. Me interesa mucho ver cómo ha evolucionado esta obra tan interesante, útil y práctico.


Puedes conseguir más información sobre Soy Adoptado pinchando aquí.