lunes, 27 de septiembre de 2010

Pequeños Gestos



Se puede disfrutar compartiendo los orígenes de nuestros hijos a través de los Pequeños Gestos.



Vamos a poner 3 relojes en la cocina. Sí - tres.


Uno pondrá la hora de Seattle, mi pueblo natal. Otro seguirá con la hora de casa aquí en España. El tercero marcará la hora de Nanchang, donde nació una de mis hijas.


Sé que dará mucho que hablar. Podemos intentar averiguar qué es lo que está pasando en Seattle y Nanchang mientras estamos cenando aquí en nuestra casa de España. ¿Estará la gente desayunando? ¿Estarán dormidos? ¿Es di día o de noche?


Esto es lo que llamo "un pequeño gesto" hacía la cultura de origen. Es una forma sencilla de incorporarla en nuestra vida diaria y darle un lugar natural. Nos hace conscientes de que esto aquí no es el centro del mundo. Nos abre una puerta hacía otros lugares, otras personas, otras ideas... Será un recuerdo constante de que esos otros lugares tan importantes para nosotros están allí.


Creo que hay miles de pequeños gestos que podemos hacer - y creo que son la clave para el éxito de nuestras experiencias interculturales.


Muchas veces los padres ponemos el listón demasiado alto. Queremos que nuestros hijos reciban una formación completa sobre sus raíces - o que por lo menos sepan lo más importante. (¿Alguien sabe que es "lo más importante"? Porque yo todavía no lo he averiguado :) Acabamos agobiados porque no sabemos ni donde empezar. Llevo 15 años a cargo de una familia bi-cultural convertido hace años en multi-cultural y sé de lo que hablo.


Hace tiempo, el autor de Pasión por China dejó este comentario en mi blog: "La clave no está tanto en la cantidad y autenticidad de la cultura de origen que pretendemos transmitir sino en el acercamiento cariñoso y sincero a ésta." Muy bien dicho.


En nuestra casa no hacemos nada formal para transmitir las culturas de nuestros países, sin embargo noto que siempre tenemos algo cocinando - algún proyecto intercultural. Puede ser un toque especial para un cumpleaños - una tarta casera hecho con la receta de mi abuela de EE.UU. Puede ser una fiesta de Halloween o planes para reunirnos con amigos americanos en Thanksgiving (Día de Acción de Gracias). Muchas veces los Pequeños Gestos más interesantes consisten en simplemente conversar sobre nuestros países de origen - de alguna noticia o de la diferencia entre dos costumbres o formas de pensar.


La semana pasada - por fin - salí en busca del supermercado Chino en un pueblo próximo. Estaba de paso por allí y quería buscar "pasteles de la luna" porque sabía que era el Festival de la Luna en China. Los pasteles para mí representaban un "Pequeño Gesto" que significarían algo para mi hija. No sabía nada sobre el Festival de la Luna, pero me parece bastante que este año hemos conseguido los pastelitos (que son muy, muy bonitos, por cierto). Para celebrar el Festival a nuestra manera, pedimos comida china para comer en casa con nuestros pastelitos.


¿Fue auténtico este encuentro con la cultural china? No. Pero esto es la belleza de los Pequeños Gestos. No tienen por qué ser auténticos. Sirven para abrir un poquito nuestro mundo, que entre un sabor nuevo, que veamos algo nuevo, que empecemos a preguntar - porque despiertan nuestra curiosidad.


Los Pequeños Gestos demuestran respeto hacía la cultura de origen porque representan un deseo de acercarnos y saber más. Y creo que muchas veces esto es más que suficiente. Mis hijas tendrán el resto de sus vidas para explorar sus raíces. Lo que quiero conseguir yo es cultivar su pasión por otras culturas - sobre todo las que les han dado raíces.


Con esto no quiero decir que los Grandes Gestos no son importantes. Si es posible viajar al país de origen o cultivar amistad con personas de ese país o aprender el idioma ¡Fantástico! Serán experiencias enriquecedoras seguramente. De hecho son las actividades que en mi experiencia más impresionan e influyen sobre los niños y jovenes a la hora de cultivar su pasión por las culturas y los idiomas.


Pero si nos obsesionamos con los Grandes Gestos que no podemos hacer ahora mismo en este momento, fácilmente iremos aplazando nuestros encuentros con la cultura de origen hasta darnos cuenta de que es ya demasiado tarde. Es así como perdemos oportunidades preciosos para compartir algo muy bonito con nuestros hijos.


Haz Pequeños Gestos: saluda a una persona de otro país. Sonríale. Comenta a tu hijo: "Esa familia parece que podría ser de (país de origen). Me gustaría saber que tal les gusta vivir en España. Tiene que ser muy diferente."


Anima a tu hijo a buscar "la Imagen de la Semana" de su país de origen en Internet para ponerlo en la puerta del frigorífico. ¿Cuantas preguntas podéis hacer sobre ella? ¿Qué es lo que os hace querer saber? ¿Dónde se podría encontrar las respuestas?


Pequeños Gestos son fáciles y no ocupan mucho tiempo. Lo que pasa es que muchas veces nos llevan por un camino fascinante hacía otros pasos más grandes.


Hace poco alguien contactó conmigo después de leer en este blog mi recomendación de buscar "amigos por escrito" en Internet: personas en el país de origen que querían intercambiar experiencias (y más que nada practicar idiomas) a través del correo electrónico. Me preguntaba ese lector si no podría yo hacer un poquito más investigación para decirle donde encontrar esos amigos.


A mí me pareció un Pequeño Gesto - algo sencillo e interesante. Decidí que me dedicaría 10 minutos para ver que podría averiguar. En sólo 10 minutos había descubierto a una mujer de mi edad en el capital de la provincia China donde había ido por mi hija. Quería practicar inglés. Decidí lanzar un mensaje para ver como podría ser este intercambio (que yo misma había sugerido para los demás :)


Desde hace 3 meses tengo una amiga fantástica. Es una persona culta y simpática que no parece cansarse nunca de los miles de preguntas que le hago sobre su país. Me explica los festivales, los costumbres y hasta la política. Intenta ayudarme a comprender las actitudes hacía las niñas y las mujeres en China... Ella es una Pequeño Gesto que ha crecido y que nos está aportando mucho a toda la familia.Lo que más me gusta es que nos está haciendo cuestionar muchas ideas que teníamos sobre China.


¿Y tú? ¿Cuáles son los Pequeños Gestos que te gustaría hacer o que has hecho?



¡Cuéntanos!











lunes, 20 de septiembre de 2010




Me gustaría presentaros el taller que impartiré este fin de semana en Granada para la Asociación de Familias Adoptivas Multiétnicas (AFAM).



Como ya sabéis la cuestión de orígenes culturales es muy importante para mí. Mi interés en la formación intercultural comenzó hace más de 20 años en la universidad en un curso de antropología y se consolidó después cuando tuve la oportunidad de trabajar con inmigrantes y refugiados de todo el mundo en un programa de formación para la integración del Gobierno de Estados Unidos. Es allí donde recibí una formación básica de "Cross Cultural Training" (formación intercultural). De allí no he parado de leer y investigar sobre estos temas.



Desde el principio mi familia ha sido bi-cultural - de EE.UU. y España - y con la llegada de mi hija de China nos hemos convertido en una familia multicultural. La cuestión de como integrar nuestros raices en la vida de nuestra familia ha sido siempre presente. He aprendido que en estas cuestiones no hay "respuestas correctas" pero sí hay una serie de consideraciones importantes que nos sirven de ayuda a la hora de organizar a la familia, formar a nuestros hijos y proporcionarles experiencias que cambiaron su forma de ver el mundo y a si mismas.



En cuanto a las familia adoptivas, lo que más me preocupa es que parece que nos dividimos entre los que se interesan por los orígenes culturales de sus hijos y los que no. Los que no parecen tener claro que los orígenes no son importantes y con ser españoles los hijos tienen más que suficiente cultura. Los que sí se interesan por las raices culturales muchas veces parecen sentirse desborados porque es difícil saber donde empezar y hasta donde tenemos que llegar. Porque está claro que por mucho esfuerzo que hagamos, no podemos proporcionar a nuestros hijos una experiencia "auténtica" de lo que es su cultura de orígen... entonces ¿para que hacer tanto esfuerzo?



En mi experiencia hay un intermedio - o quizás otro enfoque, y esto es lo que me gustaría ofrecer en el taller. Creo que es imprescindible tener metas claras - pero realistas - y saber un poquito sobre el desarrollo de la identitad y sobre todo sobre lo que se llama la "identidad étnica". Porque queramos o no, será un factor importante en la vida de nuestros hijos.



Si alguién quiere más información sobre el taller, se puede contactar con AFAM (ver abajo). Para los que viven más lejos y no pueden asistir, no dude en contactar conmigo si queréis hablar de la posibilidad de hacer algo parecido en otras zonas de España.


Os dejo con el boletín de AFAM:



AFAM y Brenda Padilla autora del Blog “Adopción por Dentro”


En colaboración con el Centro cultural Caja Granada Memoria de Andalucía tienen el placer de invitar a todos los padres adoptivos y profesionales de la adopción al taller titulado:


"Compartiendo orígenes


Descripción del Taller:


¿Cuál es nuestra responsabilidad ante los orígenes culturales de nuestros hijos? Los padres se dividen entre los que no quieren saber nada del pasado y los que se sienten sobrecargados de responsabilidad para formar la "identidad étnica" de sus hijos. ¿Dónde está el punto medio? ¿Cuál es el papel que deben de jugar esos orígenes tan lejanos en nuestras vidas?


En este taller buscaremos respuestas a través de las experiencias del ponente y de los participantes. En vez de mirar los orígenes como una carga extra o un problema para evitar, aprenderemos a verlos como un recurso útil, un tesoro que podemos compartir con nuestros hijos de forma natural en los momentos adecuados.


El taller se celebrara el próximo día 25 de Septiembre (sábado) de 5.30 a 7.30 de la tarde en el Centro Cultural Caja Granada Memoria de Andalucía


Taller Maria Zambrano.


Avda. de la Ciencia 2


Granada


Contamos con vuestra asistencia para tratar un tema tan importante como es este. Como ya sabéis tenemos un monitor que se quedara jugando con los niños, el tiempo que dure la charla. Más información pinchar aquí.



viernes, 17 de septiembre de 2010

Modelos de Resiliencia


A Aimee Mullins le tuvieron que hacer una doble amputación de las piernas cuando tenía sólo un año porque padecía hemimelia fibular. Lejos de dejarse vencer por una falta de piernas, destaca como atleta, modelo y actriz.
Resiliencia es superación. Significa salir adelante a pesar de todo. Muchos de nuestros hijos parecen resilientes simplemente por haber superado tantísimas cosas para llegar a nosotros. Quizás podríamos llamarlo "resiliencia física" porque lo que han conseguido es una supervivencia física - la de "los más aptos" de Darwin, quizás.

Ahora tenemos que fomentar otro tipo de resiliencia, una fortaleza psicológica, emocional - una actitud ante la vida que no se rinde nunca. Y que no se cae en la trampa de hacerse la víctima. Porque tendrán muchas posibilidades para hacerlo: "pobre de mí que no sé nada de mi pasado", "fui abandonado - no valgo para nada", "la vida es injusto". Esas trampas siempre estarán allí tendidas esperando atrapar a nuestros hijos en las distintas etapas de sus vidas, en los momentos de más vulnerabilidad.


Ya he escrito sobre la resiliencia en otros momentos, proporcionando fórmulas de expertos para fomentar la fortaleza en nuestros hijos. Pero nunca me he sentido satisfecha con esas fórmulas - más que nada porque también he tenido que ser muy resiliente en la vida y no me identifico con la mayoría de los consejos que nos dan.


Lo que me ha funcionado a mí es mucho más sencillo de todas las largas listas de consejos - y son nada más ni nada menos que los modelos de resiliencia que ofrecen otras personas que han conquistado. Yo, de niña - como todos los niños - me encantaban los cuentos, y me atraían mucho las historias verdaderas de personas reales que habían conquistado a pesar de grandes dificultades e injusticias. Todavía me encantan estas historias.


(imágen: Aimee Mullins)
Os animo a conocer la historia de Aimee Mullins (hacer clic para ver el vídeo que tiene la opción de activar subtítulos en español) - una mujer que nació con una enfermedad que obligó a los médicos a amputarle la parte inferior de sus piernas. En este vídeo Aimee nos cuenta su experiencia como mujer "minusválida". Es modelo y atleta premiada pero ha tenido que superar los prejuicios de la sociedad y sus propios sentimientos hacía su situación.
Aimee, para mí, es una prueba de que se puede vivir una vida plena y llena aún faltando algo muy importante. Creo que es un mensaje importante para muchas personas adoptadas que se quedan mirando lo que no saben y no tienen y echando la culpa de todo a esa falta tan molesta de información. La historia de Aimee nos proporciona una oportunidad fantástica para hablar de la importancia de nuestra actitud, de nuestra interpretación de las circunstancias.

¿Pero cómo se puede ir incorporando estas historias en la vida de nuestros hijos?

Siguiendo unos pasos muy sencillos:

Primer Paso: Encontrar Modelos de Resiliencia

Están por todas partes. Salen en los periódicos y sobre todo en las revistas del fin de semana. Están en Internet. Y se venden en forma de biografía. Creo que una vez que estemos convencidos de la importancia que estas historias tienen para nuestros hijos, los veremos por todas partes.

Por ejemplo, me acuerdo que viendo las noticias durante los últimos ParaOlímpicos vi un reportaje sobre el equipo español de esquí. Me encantó la historia de una chica joven que había perdido una pierna en un accidente de moto. Es una persona llena de vitalidad y optimismo. Esquía como una loca - increíble. Me dio ánimos en un momento bastante difícil, me recordó la importancia de siempre superar a pesar de todo, de no dejar que las circunstancias se convierten en rejas, en una jaula...

Segundo Paso: Contárselo al Niño

Así de fácil: "No vas a creer lo que leí hoy en el periódico..." o "Tienes que ver la foto de una persona increíble que he visto en Internet..." "¿Puedes crear que hay una chica sin piernas que practica deportes?"


Tercer Paso: Destaca lo importante

Si hay una cosa que estoy aprendiendo cuanto más cursos de comunicaciones imparto es la tendencia que tenemos a dar por hecho que los demás comprenderán la importancia, el significado de nuestro mensaje. Pero si no les decimos explícitamente, es fácil que no lo capten, que dan otra interpretación a lo que hemos dicho y se les pega en la memoria un detalle que para nosotros no tiene importancia.

En el caso de Aimee Mullins, por ejemplo, en vez de comprender la historia como un modelo de resiliencia, el niño se puede quedar sólo con su fascinanción con las piernas artificiales - ¡o la guapa que es Aimee!


Por eso, hay que dejar claro la moraleja: "Aimee tenía que tomar una decisión importante. ¿Que hubiera pasado si Aimee hubiera decidido que era un inútil, que no era capaz de hacer nada porque le faltaba las piernas? ...¿Y que es lo que decidió Aimee? ... ¿Ves? En la vida nos pueden pasar muchísimas cosas buenas y malas. No podemos escoger muchas cosas de la vida, pero siempre, siempre tenemos la posibilidad de decidir lo que vamos a hacer con lo que nos ha tocado. ¿Nos quedaremos en casa llorando? ¿O saldremos a la calle a conquistar el mundo y hacer realidad nuestros sueños a pesar de todo?

Trabajar la Resiliencia

Lo ideal es que este trabajo se hace a menudo.

Personalmente estoy pensando en crear un especie de albúm, donde puedo ir metiendo imágenes de las noticias o de Internet junto con dos cosas:

1. Una breve descripción del desafió de cada modelo de resiliencia

2. Una lista de sus logros

Creo que sería más que suficiente para recordarnos lo básico para poder volver a contar la historia y desarrollar la moraleja.

Pero este trabajo no sólo sería para mi hija adoptada sino para todas. Creo que a todos nos viene bien estudiar modelos de resiliencia e interiorizar los mensajes que nos dan.
También me gustaría recordar que durante toda la historia los seres humanos hemos transmitido lo más importante a través de historias, de mitos y de leyendas. Seguimos con la tradición, pero tenemos que considerar las historias que llegan a nuestros hijos todos los días - las historias de Hollywood, de Disney, de la televisión. ¿Cuáles son los mensajes que están recibiendo? ¿Llegan las grandes verdades de la vida? ¿Están aprendiendo sobre su verdadero poder para vencer a pesar de cualquier pregunta que podrían tener sobre su pasado y sus orígenes?
Es difícil calcular el valor didáctico de un buen cuento.




lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Tienes miedo a equivocarte?

"Ser madre es, seguramente, el único trabajo en el que siempre tienes miedo de estar haciendo algo mal, como si cualquier paso en falso es capaz de crear el desastre mayor de la historia, que ya sé que no."

Charo Izquierdo, Directora de la revista Yo Dona, 4/09/10


En Estados Unidos, en los años 40, todavía muchos padres no dijeron a sus hijos que fueron adoptados. Sin embargo, ya había un movimiento para hablar de la adopción. Lo sé porque mi tía fue adoptada en esa época y mi tía abuela - la hermana mayor de mi abuela - que era directora de un colegio infantil - dejó muy claro la importancia de decirle a mi tía que era adoptada.


En aquel entonces editaron un libro para niños que tenía que haber supuesto toda una revolución para familias adoptivas. Se tituló "El Niño Elegido" (The Chosen Child) y fue sobre un niño que fue especialmente elegido por sus padres (de entre muchos otros niños que esperaban familias) porque era exactameante lo que ellos estaban buscando. Hace poco mi abuela recordó con satisfacción haber comprado ese libro para mi tía y de habérselo leído muchas veces a lo largo de su niñez.


Hoy nos dicen que el mensaje del "niño elegido" fue equivocado.


En el Libro "Veinte Cosas que los niños adoptados desean que sabían sus padres adoptivos", Sherry Eldridge cita el caso de una mujer que recuerda como su madre señalaba a otro niño y dijo "¿Ves ese niño? Sus padres no tuvieron elección, no pudieron elegir, le tenían que aceptar, pero a tí te hemos elegido..."


Parece que el mensaje del niño elegido puede crear bastantes conflictos en la mente de un niño. ¿Si fueron elegidos podrían ser 'des-elegidos' o rechazados en algún momento si dejaron de ser todo lo que sus padres estaban buscando? Algunos dicen que tenían la impresión de que tenían que ser perfectos y que el idea de haber sido elegido les produjo inseguridad y angustia.


Cada vez que me encuentro con el testimonio de una persona que se siente dañado o ofendido por el cuento del Niño Elegido, me pregunto: ¿Cuál serán los errores de nuestra generación?


Es inevitable. No podemos hacerlo todo perfecto. Seguro que incluso algunas de las cosas que hoy nos exigen hacer para nuestros hijos serán vistas de otra manera en el futuro cuando nuestros hijos miran hacía atrás.


Creo que es normal que a veces tengamos miedo de equivocarnos, sobre todo a la hora de hablar de un tema tan delicada como la adopción. Pero creo que el miedo - como todo - tiene su lado bueno además del malo.


En inglés tenemos el concepto de "healthy fear" (miedo saludable) para hablar de ese miedo que nos protege cuando estamos haciendo algo arriesgado o peligroso. Queremos que nuestros niños pequeños desarrollan un miedo saludable hacía las alturas, por ejemplo, para que no se caigan. Queremos que nuestros hijos tengan un miedo saludable hacía el peligro y que aprecian los riesgos por lo que son.


Hablar de la adopción - más allá del famoso cuento de como fuimos por el niño - es a veces una tarea arriesgada. Tenemos que explicar conceptos difíciles, a veces complejos y algunas veces bastante dolorosos. Debemos de ser 100% sinceros pero sin brutalidad. Queremos suavizar la verdad sin mentir.


Creo que el miedo a equivocarnos en su forma más saludable puede servir para hacernos más sensibles hacía las necesidades de nuestros hijos. Puede hacernos más sabios también, ayudándonos a cuidar más nuestras palabras, a buscar más información, a leer algún libro y si es necesario incluso a pedir los consejos de un profesional de vez en cuando.



Después de mucha reflexión he decidido que lo que realmente me espanta no es ni que nos equivoquemos ni que tengamos miedo a equivacarnos sino que haya gente que no tienen miedo alguno a equivocarse, que están tan segurísimos de si mismos, que no cuestionan (ni permiten que nadie cuestione) si tienen o no la razón... y que no paran nunca a preguntarse si lo están haciendo bien - o mal.


También me preocupa que el miedo a equivocarse nos paraliza. Que nos hace callar o simplemente nos deja sin palabras. Que el niño hace una pregunta sobre algo difícil y allí estamos incapaces de responder por culpa de tener tanto miedo a equivocarnos, a no contestar bien, a hacer daño.

Es entonces cuando el miedo es nuestro mayor enemigo.

Por bien o por mal el miedo siempre estará con los que comprenden lo que significa la responsabilidad. Y gracias a esta comprensión lo más probable es que no vayamos a "crear el mayor desastre de la historia" por culpa de un "paso en falso".

Como dijo Nelson Mandela:

"Aprendí que la valentía no era la ausencia de miedo, sino triunfar sobre el miedo. El valiente no es el que no tiene miedo sino el que conquista su miedo."