martes, 23 de marzo de 2010

Adopción Transracial: Mi Cara Reflejada



Imágen de Allposters


"El último valor de la vida depende de ser consciente y del poder de contemplación en vez del mero supervivencia." Aristóteles


Ahora estoy leyendo "¿Alquíen más me parece a mi?" (Does Anybody Else Look Like Me?) por Donna Jackson Nakazawa (sólo en inglés). Es escritora y madre de dos niños americano/japoneses. Cuando se casó con su marido japonés, pensaba que la sociedad ya había evolucionado suficientemente para dar la bienvenida a las familias de razas mixtas, pero se encontró con otra realidad - el mismo mundo en que hemos entrado todos, con la misma inocencia de muchos.

Cuenta asombrado como una amiga le preguntó se "la remordía la consciencia por haber traído niños mixtos al mundo" y otra la aconsejó cambiar el peinado del niño "para que no pareciera tan asiático". Se encontró con los que se quedan mirando en el supermercado y, como no, con los que hagan comentarios de todo tipo.


Se fue en busca de material sobre el tema y no pudo creer la falta de libros para familias "transraciales" y "multiculturales", así que decidió entrevistar a 60 familias, hablar con varios expertos y escribir el libro que quería tener entre sus manos.

El libro comienza con la etapa pre-escolar, pero es útil para todos los padres de familias transraciales porque lo que hace es comenzar donde debemos empezar todos: en asegurar que nuestros hijos se ven reflejadas en su entorno.


¿Cuando empieza el niño a darse cuenta de las distincciones entre razas?

En mi experiencia y la de otras madres que conozco, los niños pueden darse cuenta de sus rasgos desde muy, muy pequeños. Sólo tienes que ver (asombrado) a una niña China de 18 meses señalar a otra niña asiática que encuentra por la calle y entonces señalar sus propios ojos con una sonrisa para comprobar que sí, se dan cuenta. Quien sabe como, pero sí, se pueden dar cuenta.


Marguerite Wright es psicóloga investigadora para el Centro del Niño Vulnerable de Oakland, California y dice en el libro de Jackson que según sus estudios, hasta casí 5 años aunque los niños pueden distinguir entre razas, realmente no comprenden el significado - sobre todo no comprenden que la raza es algo permanente que no va a cambiar.

Sin embargo, comenzarán a recibir mensajes sobre raza antes de comprender sus implicaciones. Y parece que hay un mensaje implícito en el no verse reflejado en su alrededor - un mensaje que muchos interpretan como negativo. "Cuanto más un niño de pre-escolar se ve reflejada en su medio, más positivo será para su identidad, " Dijo a Jackson la psicóloga Beverly Daniel Tatum. Es autora de "¿Porque todos los niños negros se sienten juntos en la cafetería? Y otras conversaciones sobre raza."

¿Pero como conseguimos que el niño se ve reflejado en su entorno si no hay personas alrededor que comparten sus orígines? ¿Si va a un colegio donde hay menos de 1% de niños de otros lugares? ¿Si no hay personas de su raza en los programas de televisión que ve? ¿Si es el único de "otra raza" que juega en el parque del barrio?


Según Jackson, cuanto menos diversidad hay, más necesidad hay para hablar. Se puede comentar cualquier caso de diversidad que encontramos y también la falta de diversidad para ir comprendiendo su significado...


Desde que mi hija ha comenzado a expresar su disgusto con sus rasgos y escuchar insultos en el patio, me estoy fijando más que nunca en los mensajes que está recibiendo sobre su raza. Sé que es el momento de actuar de forma más contundente que nunca.


Ella necesita verse reflejada en mensajes positivos sobre personas de su raza, sobre su país de orígen y sobre la cultura que nunca conocerá como suya pero que todo el mundo le va a atribuir durante el resto de su vida. Necesita saber todo lo posible sobre lo que significa ser China. Creo que necesita sentirse dueño de información de interés sobre "lo suyo" para sentirse tan importante y validada como los demás.


A su profesora le parece buena idea que hagamos este año una pequeña presentacion muy sencillita en Power Point sobre los orígenes (y la niña está muy ilusionada con la idea) - no haremos más que 10 diapósitivas. Así mi hija tendrá la oportunidad de "investigar" un poco (como se puede investigar con 6 años) y de escoger algunas imágenes sobre sus orígenes que quiere enseñar a sus compañeros. Espero que así, se siente un poco más reflejada, comprendida... y orgullosa por lo que tiene para compartir con los demás...


En una ciudad cercana sé que hay un supermercado Chino bastante bueno. Allí iremos a ver lo que podría haber para compartir con la clase...

Creo que si noy hay reflejo, hay que ir creándolo.




miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Alguien me parece a mi?


"Quiero que mi nariz sea así", dijo mi hija hace poco, apretando su nariz asiatica para que fuera más picada (¿como la de su hermana que estaba a su lado?)


Curiosamente acababa yo de comprar un libro que se llama "¿Hay Alguien mas que me parece a mí?" (Does anybody else look like me?) por Donna Jackson Nakazawa, madre de dos niños americanos-japoneses.


Mi hija también dijo que quería cambiar su ojos...


Pensé en el libro aún no leído. ¿Como debía de contestarla?


Por supuesto le dije que me encantaba su nariz y sus ojos y que no los cambiaríamos por nada del mundo, que era muy guapa...


Pero sé que es una asignatura pendiente. Una niña de su clase la ha llamada "cerda china" y ha escuchado muchísimas referencias a sus ojos ya desde hace tiempo en el patio. De ninguna manera creo yo que los niños están diciendo estas cosas con mala intención. Conozco la que la llamó "cerda" y sé que eso no viene de la niña, sino de fuentes mayores.


Ya estamos cada vez mayores, comprendemos más cosas, los compañeros del colegio también comprenden más y son cada vez más capaces de absorber cualquier prejuicio que encuentran en sus casas. Ya es hora para progresar en temas de formación para saber manejar el racismo, la discriminación y esa forma tan sútil de simplemente no hacer caso a la persona que nos parece distinto y no digno de inclusión.


No me siento del todo preparada, pero la verdad es que eso es la historia de mi carrera profesional como madre. Cada día me presentan con nuevos retos y tengo que dar la talla como pueda.


Tengo muchas ganas de leer este libro. Mi principal arma contra el racismo en este momento consiste en despersonalizar cualquier ataque - es decir, quiero que mi hija vea que los ataques, por muy sútiles que sean, no son personales. Dicen mucho sobre sus autores y pero nada sobre ella.


La hermana mayor - ya en secundaria - lo tiene bastante claro: las personas que hablan mal de las personas de China (o cualquier otro país) faltan conocimientos y formación. Ella misma se ocupa de se enteren lo antes posible de que no se puede generalizar sobre las personas de un país u otro, que hay bien y mal en todas partes y las personas no son simpáticas porque han nacido en un lugar y horribles por haber nacido en otro. Me acuerdo que pasó una semana entera charlando con una compañera de clase para debatir un mito tras otro con la esperanza de que dejara de decir chorradas contra ciudadanas chinas.


Quiero cultivar ese fervor en todas mis hijas. Sin embargo, reconozco que mucho tiene que ver con la personalidad de cada una. Mi labor consiste en equipar a cada una para enfrentarse a cada reto con un estilo personal que puede tener poco que ver con el mío.


Como digo, me siento poca preparada.

martes, 16 de marzo de 2010

Preparando la Llegada del Niño: El Viaje






Muchos de nosotros haremos un viaje para recoger a nuestros hijos en un país lejano. Gracias a los padres que han hecho estos viajes hay listas de todo lo que hay que llevar en cualquier viaje.


Comprendo que llevar todo lo posible para cualquier eventualidad nos da una sensación de seguridad y tranquilidad. Sin embargo, viajar con más de lo necesario puede ser bastante estresante y, al final de todo, (por lo menos en mi experiencia) no utilizamos ni la mitad de lo que tenemos en las maletas y nos falta justo lo que no hemos traído.


¿Que se puede hacer? Ofrezco unas ideas para los que - como yo - no les gustan cargar con demasiado equipaje pero que tampoco les gustan la sensación de viajar demasiado ligero. Quizás otros viajeros tendrán más sugerencias:


Primero: Averiguar que es lo que se puede conseguir con facilidad en el destino .


Si alli se puede comprar ropa para niños, leche en polvo, potitos, pañales e incluso sillitas (como es el caso en China, por ejemplo) ¿Porque cargar con tantas cosas? Hay que pensar que los niños ya están acostumbrados a los sabores y oleres de los ingredientes de su país, así que lo más probable es que estarán más agustos incluso con esos productos que con unos extranjeros. Incluso la leche para bebés puede tener otro sabor dependiendo del país... Luego, los pañales pueden ser de una calidad inferior, por ejemplo, pero se puede traer unas braguitas protectoras de plástico para el viaje (que los pañales ocupan mucho sitio en las maletas).


El Niño: Llevar lo justo para los primeros días.


Por ejemplo, unas galletas y un par de juguetes para el primer encuentro más unas pocas pañales y algunas prendas sencillas de algodón que se puede adaptar más o menos a la talla del niño pueden servir hasta poder ir a un centro comercial y comprar lo que hace falta para el resto del viaje.


Medicamentos: Crear un botín comunitario


Siempre hay una lista de medicamentos que se compra como un especie de seguro por si el niño tenga parásitos, problemas en la piel, una infección. En el caso de necesitar alguna medicación lo más probable es que sólo se consumaría un poquito durante el viaje. Por eso, mejor coordinar con los demás familias de tu grupo para crear un botín comunitario que lleva todo lo necesario por si acaso. Se puede consultar con un pediatra (o un médico especializado en los problemas del país destino - o alguién del ECAI) para saber cuales son los medicamentos más utilizados y, junto al Dalsy, el Apiretol y cremas como el Nutricel y otros para culitos irritados, se puede comprar más cantidad.


Me acuerdo que los medicamentos que compré para China me costaron bastante dinero y no utilizamos ni uno. Comprendí que era importante viajar con medicamentos, pero me parecía un gran desperdicio que cada familia fuera con su propio botín. En realidad, en muchísimos casos, sólo un médico sabría si fuera o no necesario utilizar muchos de los productos que compramos.


Pienso que muchas veces estas listas están pensadas para un país entero cuando no es lo mismo ir a una region u otra. En nuestro caso, estuvimos en una zona muy poblada de China con hospitales, medicinas, médicos - todo. La proxima vez, haría yo más investigación antes de ir a comprar tantas cosas.


Transporte: ¿Sillita o mochila?


En un país desarrollado estamos muy preocupados por el transporte de nuestro hijo. Lo primero es comprarle una sillita cómoda y fácil de manejar. ¿O mejor una mochila? Y si optamos por la mochila ¿será para delante o detrás?


Ante todo, muchos de los países donde vamos no están bien habilitados para sillas de bebé. Así puede ser todo un reto pasear por la calle con un niño en una sillita. Así que puede ser mucho mejor ir con una mochila y, a menos que el niño tendrá pocos meses, quizás mejor una buena mochila que lleva el niño detrás sobre la espalda. Suele ser más cómodo para un bebé mayor o un niño pequeño que quiere ver el mundo. También es más cómodo para los padres porque llevar un niño más grande por delante cuesta bastante.


Si realmente quiere tener una sillita a mano, las de paraguas que son tan ligeras y que se colapsan tan bien suelen ser más prácticas para viajar.
Comida
Aún sabiendo que habrá suficiente comida en el país destino, sé que es preocupante para nosotros el no saber que vamos a dar de comer al niño. Así que cargamos con las comidas que nos parecen más aptas y completas para un pequeño. De esto hablaré más en el proximo escrito sobre unos trucos muy útiles para la alimentación, pero aquí sólo quiere repetir que el gusto de los niños está hecho para los sabores de su país y creo que siempre tendremos más éxito durante el viaje si le damos comida de allí.
Me acuerdo que en China en los restaurantes siempre pedimos que hicieron una comida para bebés y fue muy interesante ver lo que nos traían. Era como un flan de huevo salado con salsa de soja y cebollete picado (un poquitito) encima. A la niña le encantaba. Entonces, un camarero nos animaba a mezclarlo con arroz y estaba incluso más contenta todavía... Luego fue imposible conseguir que tomara la leche en polvo que yo había traído de españa. De hecho fue imposible conseguir que bebía incluso agua. Para mi fue otro ejemplo de como traía todo menos lo que me hacía falta. En poco tiempo estaba estreñida y incluso el medicamento para eso era un polvo para disolver en la leche... Al final descubrí que la niña estaba loca por sandía, algo que se vendía ya cortada y preparada para comer en todas partes. Así que la dejaba hinchar de esa fruta y todo salió bien (para decirlo de una manera).
La lección para mí fue que lo más importante en estos viajes tan exóticos es la creatividad. Realmente es imposible ir con todo, pero sí se puede ir con los ojos y la mente abiertos.

Si a alguién se le ocurre más ideas...

miércoles, 10 de marzo de 2010

Preparando la Llegada del Niño: El Entorno





Mirando hacía atrás...


¿Que es lo que más te ayudó a preparate para la adopción de tu hijo?


¿Cuales son las cosas que hubieras hecho sabiendo lo que sabes ahora?


Una madre primeriza me ha escrito pidiendo consejos para preparase para la llegada de su hijo. Pienso que en este blog tenemos muchísimos padres y madres veteranos con consejos para ofrecer.


En este escrito comenzamos con la preparación de la casa para luego pensar en el viaje, la formación y la alimentación entre otras cosas...

El Entorno


¿Que dice tu casa sobre tí?


¿Te acuerdas de cuando eras pequeño y quizás habían zonas de la casa donde no podrías estar? ¿Y cosas que no podrías tocar?


Hace tiempo leí un reportaje sobre el estilo de crianza de los padres y como era típico en la era de los padres autoritarios (la época de "porque lo digo yo") que la casa se dividía entre zonas para adultos y otras para niños, por ejemplo.


Hoy en día los "expertos" nos aconsejan desarrollar un estilo "democrático" que no quiere decir que los niños tengan que votar a favor de cada decisión sino que nuestro enfoque sea más participativo/educativo para que el niño aprenda a ser responsable a través de la capacidad de razonar para decidir y elegir bien.


Por lo que me acuerdo, la casa de unos padres democráticos suele estar más abierta para toda la familia sin zonas "solo para adultos" y más adaptada a las necesidades de los niños en cada etapa, quizás más "a prueba de niños".


Para mí, la casa hecha a prueba de niños ha sido, sin lugar a dudas, la opción más sensata. Y me parece el doble de sensata para padres que esperan un hijo a través de la adopción. ¿Por que?


Porque muchos de nuestros hijos llegan un poco mayorcitos - a partir de un año. Tendrán ganas de explorar su entorno (o por lo menos esto esperamos). A la misma vez, tendremos los padres que trabajar mucho los lazos afectivos. Os aseguro que una casa donde no se puede tocar o donde no se puede entrar "porque no" es una fuente de estrés continua, así que, personalmente, recomiendo adaptarlo totalmente a las necesidades de un niño pequeño.


No te preocupes, con el tiempo, los hijos aprenderán a respetar las cosas. Ahora, lo más importante será disfrutar los unos de los otros, pasarlo bien y crear esos lazos sin tener que estar todo el día regañando.


Esto quiere decir guardar los objetos de valor y todo lo que se puede romper. También hay que mirar cada cuarto para detectar mesas y otros objetos con esquinas peligrosas que cortan cabezas y es bueno invertir en cerraduras para las puertas de los armarios y los cajones y comprar puertecitas portátiles para restringir el acceso de los más pequeños a zonas como la cocina y el cuarto de baño donde hay mil peligros que no se puede quitar. (Una puertecita portátil es ideal porque permite dejar la puerta de la cocina abierta mientras cocinas, por ejemplo, para que el niño siempre te puede ver - algo muy importante para un niño que todavía se siente inseguro en su nuevo entorno.)


Estas preparaciones son bastante estándar, pero luego hay otros que puede ser incluso más importante. ¿Están tus estanterías bien clavados a la pared? Acabo de volver de EE.UU. donde vi un reportaje sobre el sorprendente número de niños que mueren aplastados cada año por muebles (y electrdomésticos como hornos no bien anclados) que caen sobre ellos. Puede parecer que la estantería es más que estable, pero si un niño sube hasta arriba... Siempre he insistido en que las estanterías altas estén ancladas a la pared. Y alguna vez alguna personita ha intentado poner el sistema a prueba.

¿Tienes espejos o cuadros que se puede alcanzar desde una silla, el sofá o simplemente desde el suelo? Revísalos para asegurar que estén bien colgados y piensa en reubicarlos si un niño podría hacerlos caer fácilmente. En EE.UU. mi hermana vino a verme con sus dos niños, uno de 2 años y el otro de sólo 1 año (¡socorro!). Alquilaron una casita que tenía miles de pequeños cuadros colgados encima del sofa. Fue de risa ver como el más pequeño fue directamente por uno tras otro hasta que habíamos guardado todos (y entonces se fue en busca de otras travesuras).


Pero creo que estas adaptaciones no son suficientes porque sólo crean límites y minimizan riesgos, hace falta adaptaciones positivas. Por ejemplo, es bueno tener una o más cestas de juguetes y libros a su alcance en cada cuarto.

Para mí ha sido muy, muy útil crear un rinconcito de juegos en el salon con una alfombra, una cesta de juguetes y quizás algunos mueblecitos o almohadas grandes. Es algo que se puede recoger y guardar en pocos minutos si viene una visita y quiero recuperar el espacio. El resto del tiempo ese rinconcito sirve para jugar juntos o para que el niño se divierte bien vigilado mientras el resto de la familia sigue con sus actividades. También he notado como los niños mayores parecen más propicios a jugar con los pequeños si hay una zona habilitado para ello.


Los sonidos también forman parte del entorno. Muchos de nuestros hijos han venido de una institución donde había mucho ruido simplemente porque había muchos niños y muchas personas trabajando. Creo que incluso en las instituciones más frías donde los niños sufren castigos por hacer ruido, tiene que haber bastante ruido todo el tiempo simplemente porque hay tanta gente por medio.


Estoy consciente de que no queremos desbordar el niño con demasiadas sensaciones, pero creo que se puede utilizar sonido apropiado para hacerle sentir más cómodo. Mi favorito es poner música de niños, pero también a veces un CD con música suave o sonidos relajantes puede convenir. Esto es un aspecto del entorno que puedes preparar para luego observar como reacciona el niño.


Pienso que en muchos casos, el silencio de un hogar puede ser chocante para un niño acostumbrada a sentir un cierto bullicio en su vida diaria.

Bueno, estos son mis consejos para preparar el entorno, ¡seguro que otros padres veteranos nos pueden proporcionar más ideas e perspectivas!