lunes, 13 de diciembre de 2010

La Solidaridad Viene Después



"Los hombres construimos demasiados muros y no suficientementes puentes."

-Isaac Newton


"La solidaridad no es motivo de adopción."


Desde que uno de los profesionales que llevó nuestro proceso de adopción me dijo esas palabras he vuelto a considerar esta idea de vez en cuando.


Según el diccionario Grijalbo, solidaridad es "una manifestación emotiva de sociabilidad, por la cual una persona se siente vinculada al resto de la humanidad."


Si es así, cada vez más, no veo ningún inconveniente con que los padres tengan la solidaridad entre sus motivos para ser padres adoptivos - siempre que el motivo principal sea el de ser padres. Porque mi experiencia me ha enseñado que la adopción es ser madre o padre y algo más...


Quizás el problema con la solidaridad - lo que podría asustar a los profesionales - es que demasiadas veces se queda en un mero sentimiento incluso en una idealización de la realidad con poco fundamento que no llega a motivar acciones consequentes. Esto sí podría hacer peligrar una adopción. Sin embargo, si el sentimiento abre la persona a lo que realmente significa la adopción - que es hacer familia a la vez que cultivemos un vínculo fuerte con la humanidad más allí de nuestro pequeño mundo de familiares y amigos - tiene que ser válido. Porque así puede preparar a los padres para entrar en otro territorio, el de un niño que trae un pasado y muchas veces vínculos a otras personas y quizás otros lugares incluso cuando es demasiado pequeño para recordarse conscientemente de ellos.


Sin embargo, por muy enriquecedores que puedan ser estos sentimientos de solidaridad antes de adoptar, he visto que la verdadera solidaridad viene después. Viene después cuando la vida nos pone a prueba, cuando el niño quiere - necesita - saber más, cuando en algunos casos tengamos la oportunidad para conocer a los temidos "biológicos" quizás, con todos los riesgos que esto podría suponer. Es entonces cuando podemos preguntar, "¿Me siento solidario con las necesidades de este niño?" "¿Me siento solidario con esa familia que perdió a mi hijo?" "¿Hasta dónde llegan mis sentimientos de solidaridad, mis lazos con toda la humanidad, mi deseo de fomentar los vínculos entre todos los seres humanos y promocionar la paz, el amor, la esperanza, de curar heridas, de dar luz a la verdad en vez de ocultar, obstaculizar y dificultar cualquier posible encuentro de mi hijo con su pasado con su árbol genealógico...?"


Sí, es después cuando realmente tenemos la posibilidad de cultivar nuestra solidaridad y mejor que lo hagamos.


Me ha encantado la historia de María Lourdes Álvarez Trigueros. Es un buen ejemplo de la solidaridad en acción - una voluntad solidaria que la llevó a experimentar el milagro que es ese vínculo tan importante con la humanidad - más allá del mundo de los suyos. Es psicóloga clínica y madre de dos hijos de Rusia. Ha contado su experiencia en un escrito titulado, "Conocer los Orígenes" de la revista Niños de Hoy (ACI), Otoñó 2010.


Más de 10 años después de la adopción de su hijo mayor, María Lourdes y su familia volvieron a Rusia en busca de los orígenes de su hijo. Los padres estaban muertos, pero pudieron visitar el cementerio donde descansan sus restos. Luego buscaron a los familiares y pudieron encontrarse con la abuela, una tía y la hermana de su hijo.


Así pudieron conocer las dificultades, los conflictos y las heridas de una familia que había sufrido. Su visita fue para ellos el final felíz de una dura historia y el comienzo de nuevas esperanzas. Desde entonces, los hermanos incluso pueden intercambiar felicitaciones en sus cumpleaños. ¡Que alivio para una hermana que llevaba tantos años preguntándose que había sido de su hermano!


Escribe María Lourdes, "el aspecto más trascendental desde mi punto de vista fue la re-inclusión al sistema familiar de los padres de nuestro niño, que eran los 'ovejas negras' de la familia... ahí tuve la comprensión de que no sólo habíamos restablecido el orden en nuestro niño, sino también en el sistema de orígen."


Historias como esta, junto con mi experiencia personal, me han convencido que la adopción puede - y debe - de ser como una chispa que enciende la solidaridad en nuestras familias. En cuanto dejamos de huír del pasado de nuestros hijos, tendremos la oportunidad de darnos la vuelta, mirarlo en la cara, conocerlo e incluso enlazarnos con ello, para formar parte de esa cadena tan inmenso que es la humanidad.


Para mí esto es lo que hace tan, tan bonita a la familia adoptiva. Es una familia pero mucho más. Tiene una conexión a la humanidad que difícilmente se cultiva de forma tan natural en otras familias.


¡Viva la Solidaridad!



"No hay verdadera paz si no viene acompañada de equidad, verdad, justicia y solidaridad."

-Juan Pablo II

viernes, 26 de noviembre de 2010

¿La Adopción Crea Problemas?

"Sí lo único que tienes es un martillo, tiendes a ver todos los problemos como clavos."
-Abraham Maslow


Curioso pero se habla mucho de adopción y problemas - las dos cosas juntas - como si tuvieron algo que ver el uno con el otro.




Se puede leer sobre niños adoptados con problemas de desarrolla, problemas en el colegio, problemas de adaptación - y, si quieres, puedes leer el libro de Nancy Verrier sobre La Herida Prima, un supuesto problema que parece estar sin solución... También hay padres adoptivos que no saben cómo responder a los problemas de sus hijos. Podemos visitar los servicios de post-adopción de nuestra comunidad para conseguir ayuda con problemas relacionos con la adopción...




Todo esto es interesante porque la adopción no es un problema. La adopción es una solución: Un niño no tiene familia. Una familia quiere un niño. La adopción es una solución para los dos partes. Entonces. ¿De dónde vienen las problemas?




Ya sabemos: del historial del niño, de lo que ha sufrido antes de llgar a su familia, de sus genes, de su propia personalidad porque cada niño "es un mundo, de su desorbitada curiosidad sobre sus orígenes. ¿De allí vienen los problemas?




También hay los que echan la culpa de cualquier problema a los padres...




¿Son los problemas de los niños adoptados tan diferentes a los que tienen los demás niños? ¿Son los errores de los padres adoptivos tan diferentes a los que cometen los demás padres?




"El Problema no es el problema. La Solución es el problema."




La primera vez que conocí esa frase me lo explicaron así: Si has perdido tus zapatos, el problema no es que no encuentras los zapatos, es que persistes en buscarlos en la nevera cuando están debajo de la cama... Que tenemos la tendencia a obsionarnos con un "problema" sin cuestionar nuestra "solución".




En el ámbito profesional estoy inmersa en el estudio de "Creative Problem Solving" (Solución Creativa de Problemas) y me ha impresionado otra vez esta idea de que en realidad no existen problemas tal como los definimos sino que la vida simplemente nos presenta con situaciones que requieren respuesta. El problema es siempre la solución - nuestra respuesta.




¿Esto significa que los padres tengamos la culpa de los problemas de nuestros hijos?




No. Esta aserción no busca culpables sino respuestas adecuadas - tanto por parte de los padres como por parte de los hijos y los demás.




Vamos a imaginar el caso de un niño adoptado que tiene serias dificultades en el colegio. Y vamos a imaginar que la respuesta de todos - tanto padres como profesores - se centra en el historial del niño y la posible relación entre las notas y su condición de adoptado, buscando motivos, excusas etc.




Si lo que el niño necesita es simplemente más apoyo con los deberes, la respuesta es inadecuada y de allí empieza a haber un problema. Estamos buscando en la nevera cuando la respuesta está debajo de la cama...




Desde el punto de vista del niño, quizás la situación es que se siente angustiado por algo (la reacción de otros niños hacía él por ser diferente, preguntas sobre sus orígenes que le obsesionan...) y esto hace difícil atender en la clase y se refleja en sus notas. En realidad sus necesidades son los de cualquier niño: necesita aprender una respuesta adecuada para su situación.




Con esto quiere destacar que el niño no necesita sentir que ser adoptado le ha marcado para siempre, que la adopción es un problema que le ha causado problemas. Como cualquier persona, tendrá que aprender que la vida siempre seguiré presentándole con una situación tras otra que requiere respuestas - y que la calidad de sus respuestas va a determinar sus resultados, su felicididad, su sensación de bienestar etc.




Entonces, si en el fondo todos "los problemas" son iguales - simplemente situaciones que necesitan respuestas ¿Hace falta servicios de Post-Adopción para atender específicamente a los "problemas" de las familias adoptivas?




Pues yo creo que sí.




¿Porque?




Porque pienso que tanto las actitudes y prejuicios alrededor de la adopción en la sociedad como el tipo de situaciones en las que se encuentran muchas familias adoptivas requieren una orientación especial para las familias.




Hay muchas situaciones que son totalmente normales para una persona adoptada que hacen incómodas a muchas familias y también a la sociedad - por ejemplo, la intensa necesidad de muchas personas de saber de la familia biológica.




La respuesta de algunas familias, familiares, profesores etc. es intentar sofocar esta curiosidad. Se sabe que es una respuesta inadecuada que crea problemas. Sin embargo, no sólo hace falta convencer a muchas familias de la importance de hablar sino ayudarles a desarrollar habilidades para hacerlo. Sólo tengo que pensar en mí abuela, que hace 60 años intentó comunicar con mi tía sobre su adopción pero faltaba tantas habilidades y su respuesta a muchas de las inquietudes de mi tía acabaron creando problemas serias...




En otros casos, las familias adoptivas se enfrentan con sus hijos a situaciones tan ajenas a la realidad cotidiana de nuestra sociedad (como situaciones creadas por la falta total de afecto durante los primeros años de vida del niño) que necesitan ayuda para desarrollar respuestas creativas - sobre todo cuando haya una falta total de respuestas adecuadas por parte de algunos colegios y otras instituciones públicas y privadas.




La Adopción ES una Solución




Creo que lo importante es recordar que la adopcioón es una solución buena, sólida y - en la gran mayoría de los casos - ética. Y que no crea problemas sino que nos puede presentar con situaciones inusuales para nosotros.




Es por eso - y no porque la adopción en sí es problemático - que nos hace falta una buena formación. Así podemos comprender algunos de los posibles - y más probables - trayectos vitales de las personas adoptadas. Igual que los padres de un niño superdotado o de un niño discapacitado benefician de un apoyo y una formación para comprender la vida desde el punto de vista de sus hijos, nosotros también tenemos que hacer este esfuerzo. Y como muchas familias, nos hace faltan saber identificar situaciones específicas que necesitan respuestas innovadoras quizás. Nos hace falta a veces un apoyo especial.




Reconocer que El Problema no es El Problema - que La Solución es El Problema es el primer paso. Luego hay miles de técnicas para generar respuestas creativas. Vale la pena meter lo siguiente en Google: "Solución Creativa de Problemas" y jugar un poco con las técnicas que encuentras.

jueves, 28 de octubre de 2010

Siete es Mágico




Cuando tenía 7 años, en primero de primaria, mi libro de lengua se llamaba "Siete es Mágico". No tengo ni idea cual fue la relación entre el título y un libro de texto de lengua, pero para mí, con 7 años, el significado estaba muy claro: tener 7 años es algo mágico.


Viendo crecer a mis hijas siempre he notado un cambio mágico sobre los 7 años - a veces antes. Sé que es lo que se llama "La Edad de la Razón" en los círculos religiosos, porque es cuando tradicionalmente se supone que los niños pierden su inocencia. Ya son responsables por sus actos y pensamientos...


Pero desde el punto de vista del desarrollo del ser humano es que sobre esta edad nuestros hijos entran en otra etapa. Dejan atrás el pensamiento mágico de un niño de pre-escolar y comienzan a razonar y a pensar de otra forma más madura y compleja.


Si hasta los 6 o 7 años hemos podido contar la historia de nuestra adopción como un cuento de hadas, ahora las necesidades de nuestros hijos van a cambiar. Van a querer saber más que el final feliz. Querrán saber PORQUE.


Estaba preparada para este cambio. Sabía que tendría que ocurrir en algún momento - y ha ocurrido. Había leído que sobre esta edad mi hija podría estar bastante más preocupada con los detalles de su adopción y que - si se encontraba bien conmigo, si sabía que a mi no me costaría hablar de cualquier tema, que no había tabués en nuestra casa - podría empezar a profundizar en temas de adopción. Efectivamente está siendo así - por lo menos por el momento - porque sé que también podría pasar por etapas en las que no querrá hablar. Otros padres y madres nos han contado aquí en el blog de experiencias así. Es díficil, pero también hay que respetar a nuestros hijos en esos momentos - seguir mostrando nuestra disponibilidad y nuestro interés en la historia de su vida sin presionarles a estar siempre hablando.


He notado que las preocupaciones de mi hija han ido evolucionando así: primero, con 3 años, sólo quería saber si había estado en mi barriga. Con 4 y 5 años, el tema central fue sus padres biológicos, donde estaban, como eran y cuando y como podríamos ponernos en contacto con ellos (cosa difícil). Con 6 años quería saber porque era adoptada ella (cuando tantos otros niños no lo son). Ahora con 7, está profundizando en su historia a una velocidad que me marea. Después de bastante tiempo sin hacer mucha mención de su adopción, tiene muchísimas preguntas:


¿Porque no se quedaron conmigo?

¿Tiene hermanos biológicos?

¿Le dieron un abrazo antes de separarse de ella?


No tengo respuestas pero estoy siguiendo la norma número una: decir siempre la verdad - con cariño, con suavidad, con diplomacia. La verdad es que no sé, pero si yo estuviera en el lugar de sus padres biológicos sé que estaría muy, muy dolida si tenía que separarme de un hijo mio.


También estoy aprendiendo a devolverle la pregunta: "¿Y tu que piensas"? o "¿Que hubieras hecho?" Por ejemplo, cuando me preguntó si sus padres la habían dado un abrazo antes de separarse de ella, (en medio de mi asombro por tal pregunta) le pregunté "¿Y tu, que hubieras hecho? ¿Darías un abrazo y un beso a un bebé si tenías que separarte de ella?" También la aseguré, "Yo, en su lugar sí lo hubiera hecho." Esto lo aprendí de los servicios de adopción de la Junta de Andalucia - muy buena técnica. Funciona muy bien.


Otra táctica muy útil lo aprendí en el libro "Como Hablar para que los Niños Escuchen y Escuchar para que los niños Hablen" (fantástico - sencillo, fácil de leer y aplicar) y es expresar tu deseo de poder hacer algo que el niño quiero. "A mi me encantaría poder conocer a tus padres biológicos." "Cuanto me gustaría saber si tuvieras hermanos biológicos en algún lugar del mundo." "Si pudiera conseguir más información para tí, lo haría."


Como explican los autores del antes citado libro (Adele Faber y Elaine Mazlish) simplemente expresar el deseo de hacer algo que no podemos hacer tranquiliza al niño. ¡Y funciona! En mi experiencia da la oportunidad de compartir algo importante con mi hija: el deseo. Puede que no hay posibilidad de realizar muchos de sus sueños de encontrar información sobre su pasado, pero podemos compartir el sueño. A ella le gusta y noto que le anima a hablar.


También la estoy animando a utilizar su imaginación. Todavía cuando le hago preguntas al estilo, "Y si te encontraras con tu madre biológica ¿Que preguntas te gustaría hacerle?" Su respuesta es siempre que no sabe, pero la recuerdo que no tiene que saberlo para imaginarlo...


No sé si es cierto que "Siete es Mágico", pero me gustaría pensar que puede serlo si así lo queremos. Lo cierto es que siete - los siete años - es diferente, muy diferente a los seis o los cinco. La inocencia ya se ha acabado. Con siete años en adelante, los padres nos tenemos que poner las pilas, hablar de otra manera, participar plenamente en estas conversaciones cuando nuestros hijos quieren - incluso cuando se ponen difíciles o incómodos - y buscar fórmulas para ayudarles a comprender no sólo el pasado que les ha tocado sino elpresente que tienen y el futuro que pueden crear.
Con siete años (más o menos) es como si los ojos de un niño se abrieron ante un enorme puzzle. Hasta ahora no ha sido más que un juguete, una curiosidad, pero con siete años se empieza a trabajar en serio. Quieren piezas. Necesitan ir colocando estas piezas en su sitio. Faltar piezas empieza a molestar. El trabajo de los padres no es ni negar la necesidad de encontrar piezas, ni fabricar piezas, ni enfadarse inútilmente por la falta de piezas. Nuestro labor consiste en ponernos en el lugar de ellos, quizás soñar también con esas piezas perdidas y sentir la frustración de no tenerlas - pero enfocarnos en la tarea de seguir adelante con este proyecto sea como sea.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Pequeños Gestos



Se puede disfrutar compartiendo los orígenes de nuestros hijos a través de los Pequeños Gestos.



Vamos a poner 3 relojes en la cocina. Sí - tres.


Uno pondrá la hora de Seattle, mi pueblo natal. Otro seguirá con la hora de casa aquí en España. El tercero marcará la hora de Nanchang, donde nació una de mis hijas.


Sé que dará mucho que hablar. Podemos intentar averiguar qué es lo que está pasando en Seattle y Nanchang mientras estamos cenando aquí en nuestra casa de España. ¿Estará la gente desayunando? ¿Estarán dormidos? ¿Es di día o de noche?


Esto es lo que llamo "un pequeño gesto" hacía la cultura de origen. Es una forma sencilla de incorporarla en nuestra vida diaria y darle un lugar natural. Nos hace conscientes de que esto aquí no es el centro del mundo. Nos abre una puerta hacía otros lugares, otras personas, otras ideas... Será un recuerdo constante de que esos otros lugares tan importantes para nosotros están allí.


Creo que hay miles de pequeños gestos que podemos hacer - y creo que son la clave para el éxito de nuestras experiencias interculturales.


Muchas veces los padres ponemos el listón demasiado alto. Queremos que nuestros hijos reciban una formación completa sobre sus raíces - o que por lo menos sepan lo más importante. (¿Alguien sabe que es "lo más importante"? Porque yo todavía no lo he averiguado :) Acabamos agobiados porque no sabemos ni donde empezar. Llevo 15 años a cargo de una familia bi-cultural convertido hace años en multi-cultural y sé de lo que hablo.


Hace tiempo, el autor de Pasión por China dejó este comentario en mi blog: "La clave no está tanto en la cantidad y autenticidad de la cultura de origen que pretendemos transmitir sino en el acercamiento cariñoso y sincero a ésta." Muy bien dicho.


En nuestra casa no hacemos nada formal para transmitir las culturas de nuestros países, sin embargo noto que siempre tenemos algo cocinando - algún proyecto intercultural. Puede ser un toque especial para un cumpleaños - una tarta casera hecho con la receta de mi abuela de EE.UU. Puede ser una fiesta de Halloween o planes para reunirnos con amigos americanos en Thanksgiving (Día de Acción de Gracias). Muchas veces los Pequeños Gestos más interesantes consisten en simplemente conversar sobre nuestros países de origen - de alguna noticia o de la diferencia entre dos costumbres o formas de pensar.


La semana pasada - por fin - salí en busca del supermercado Chino en un pueblo próximo. Estaba de paso por allí y quería buscar "pasteles de la luna" porque sabía que era el Festival de la Luna en China. Los pasteles para mí representaban un "Pequeño Gesto" que significarían algo para mi hija. No sabía nada sobre el Festival de la Luna, pero me parece bastante que este año hemos conseguido los pastelitos (que son muy, muy bonitos, por cierto). Para celebrar el Festival a nuestra manera, pedimos comida china para comer en casa con nuestros pastelitos.


¿Fue auténtico este encuentro con la cultural china? No. Pero esto es la belleza de los Pequeños Gestos. No tienen por qué ser auténticos. Sirven para abrir un poquito nuestro mundo, que entre un sabor nuevo, que veamos algo nuevo, que empecemos a preguntar - porque despiertan nuestra curiosidad.


Los Pequeños Gestos demuestran respeto hacía la cultura de origen porque representan un deseo de acercarnos y saber más. Y creo que muchas veces esto es más que suficiente. Mis hijas tendrán el resto de sus vidas para explorar sus raíces. Lo que quiero conseguir yo es cultivar su pasión por otras culturas - sobre todo las que les han dado raíces.


Con esto no quiero decir que los Grandes Gestos no son importantes. Si es posible viajar al país de origen o cultivar amistad con personas de ese país o aprender el idioma ¡Fantástico! Serán experiencias enriquecedoras seguramente. De hecho son las actividades que en mi experiencia más impresionan e influyen sobre los niños y jovenes a la hora de cultivar su pasión por las culturas y los idiomas.


Pero si nos obsesionamos con los Grandes Gestos que no podemos hacer ahora mismo en este momento, fácilmente iremos aplazando nuestros encuentros con la cultura de origen hasta darnos cuenta de que es ya demasiado tarde. Es así como perdemos oportunidades preciosos para compartir algo muy bonito con nuestros hijos.


Haz Pequeños Gestos: saluda a una persona de otro país. Sonríale. Comenta a tu hijo: "Esa familia parece que podría ser de (país de origen). Me gustaría saber que tal les gusta vivir en España. Tiene que ser muy diferente."


Anima a tu hijo a buscar "la Imagen de la Semana" de su país de origen en Internet para ponerlo en la puerta del frigorífico. ¿Cuantas preguntas podéis hacer sobre ella? ¿Qué es lo que os hace querer saber? ¿Dónde se podría encontrar las respuestas?


Pequeños Gestos son fáciles y no ocupan mucho tiempo. Lo que pasa es que muchas veces nos llevan por un camino fascinante hacía otros pasos más grandes.


Hace poco alguien contactó conmigo después de leer en este blog mi recomendación de buscar "amigos por escrito" en Internet: personas en el país de origen que querían intercambiar experiencias (y más que nada practicar idiomas) a través del correo electrónico. Me preguntaba ese lector si no podría yo hacer un poquito más investigación para decirle donde encontrar esos amigos.


A mí me pareció un Pequeño Gesto - algo sencillo e interesante. Decidí que me dedicaría 10 minutos para ver que podría averiguar. En sólo 10 minutos había descubierto a una mujer de mi edad en el capital de la provincia China donde había ido por mi hija. Quería practicar inglés. Decidí lanzar un mensaje para ver como podría ser este intercambio (que yo misma había sugerido para los demás :)


Desde hace 3 meses tengo una amiga fantástica. Es una persona culta y simpática que no parece cansarse nunca de los miles de preguntas que le hago sobre su país. Me explica los festivales, los costumbres y hasta la política. Intenta ayudarme a comprender las actitudes hacía las niñas y las mujeres en China... Ella es una Pequeño Gesto que ha crecido y que nos está aportando mucho a toda la familia.Lo que más me gusta es que nos está haciendo cuestionar muchas ideas que teníamos sobre China.


¿Y tú? ¿Cuáles son los Pequeños Gestos que te gustaría hacer o que has hecho?



¡Cuéntanos!











lunes, 20 de septiembre de 2010




Me gustaría presentaros el taller que impartiré este fin de semana en Granada para la Asociación de Familias Adoptivas Multiétnicas (AFAM).



Como ya sabéis la cuestión de orígenes culturales es muy importante para mí. Mi interés en la formación intercultural comenzó hace más de 20 años en la universidad en un curso de antropología y se consolidó después cuando tuve la oportunidad de trabajar con inmigrantes y refugiados de todo el mundo en un programa de formación para la integración del Gobierno de Estados Unidos. Es allí donde recibí una formación básica de "Cross Cultural Training" (formación intercultural). De allí no he parado de leer y investigar sobre estos temas.



Desde el principio mi familia ha sido bi-cultural - de EE.UU. y España - y con la llegada de mi hija de China nos hemos convertido en una familia multicultural. La cuestión de como integrar nuestros raices en la vida de nuestra familia ha sido siempre presente. He aprendido que en estas cuestiones no hay "respuestas correctas" pero sí hay una serie de consideraciones importantes que nos sirven de ayuda a la hora de organizar a la familia, formar a nuestros hijos y proporcionarles experiencias que cambiaron su forma de ver el mundo y a si mismas.



En cuanto a las familia adoptivas, lo que más me preocupa es que parece que nos dividimos entre los que se interesan por los orígenes culturales de sus hijos y los que no. Los que no parecen tener claro que los orígenes no son importantes y con ser españoles los hijos tienen más que suficiente cultura. Los que sí se interesan por las raices culturales muchas veces parecen sentirse desborados porque es difícil saber donde empezar y hasta donde tenemos que llegar. Porque está claro que por mucho esfuerzo que hagamos, no podemos proporcionar a nuestros hijos una experiencia "auténtica" de lo que es su cultura de orígen... entonces ¿para que hacer tanto esfuerzo?



En mi experiencia hay un intermedio - o quizás otro enfoque, y esto es lo que me gustaría ofrecer en el taller. Creo que es imprescindible tener metas claras - pero realistas - y saber un poquito sobre el desarrollo de la identitad y sobre todo sobre lo que se llama la "identidad étnica". Porque queramos o no, será un factor importante en la vida de nuestros hijos.



Si alguién quiere más información sobre el taller, se puede contactar con AFAM (ver abajo). Para los que viven más lejos y no pueden asistir, no dude en contactar conmigo si queréis hablar de la posibilidad de hacer algo parecido en otras zonas de España.


Os dejo con el boletín de AFAM:



AFAM y Brenda Padilla autora del Blog “Adopción por Dentro”


En colaboración con el Centro cultural Caja Granada Memoria de Andalucía tienen el placer de invitar a todos los padres adoptivos y profesionales de la adopción al taller titulado:


"Compartiendo orígenes


Descripción del Taller:


¿Cuál es nuestra responsabilidad ante los orígenes culturales de nuestros hijos? Los padres se dividen entre los que no quieren saber nada del pasado y los que se sienten sobrecargados de responsabilidad para formar la "identidad étnica" de sus hijos. ¿Dónde está el punto medio? ¿Cuál es el papel que deben de jugar esos orígenes tan lejanos en nuestras vidas?


En este taller buscaremos respuestas a través de las experiencias del ponente y de los participantes. En vez de mirar los orígenes como una carga extra o un problema para evitar, aprenderemos a verlos como un recurso útil, un tesoro que podemos compartir con nuestros hijos de forma natural en los momentos adecuados.


El taller se celebrara el próximo día 25 de Septiembre (sábado) de 5.30 a 7.30 de la tarde en el Centro Cultural Caja Granada Memoria de Andalucía


Taller Maria Zambrano.


Avda. de la Ciencia 2


Granada


Contamos con vuestra asistencia para tratar un tema tan importante como es este. Como ya sabéis tenemos un monitor que se quedara jugando con los niños, el tiempo que dure la charla. Más información pinchar aquí.



viernes, 17 de septiembre de 2010

Modelos de Resiliencia


A Aimee Mullins le tuvieron que hacer una doble amputación de las piernas cuando tenía sólo un año porque padecía hemimelia fibular. Lejos de dejarse vencer por una falta de piernas, destaca como atleta, modelo y actriz.
Resiliencia es superación. Significa salir adelante a pesar de todo. Muchos de nuestros hijos parecen resilientes simplemente por haber superado tantísimas cosas para llegar a nosotros. Quizás podríamos llamarlo "resiliencia física" porque lo que han conseguido es una supervivencia física - la de "los más aptos" de Darwin, quizás.

Ahora tenemos que fomentar otro tipo de resiliencia, una fortaleza psicológica, emocional - una actitud ante la vida que no se rinde nunca. Y que no se cae en la trampa de hacerse la víctima. Porque tendrán muchas posibilidades para hacerlo: "pobre de mí que no sé nada de mi pasado", "fui abandonado - no valgo para nada", "la vida es injusto". Esas trampas siempre estarán allí tendidas esperando atrapar a nuestros hijos en las distintas etapas de sus vidas, en los momentos de más vulnerabilidad.


Ya he escrito sobre la resiliencia en otros momentos, proporcionando fórmulas de expertos para fomentar la fortaleza en nuestros hijos. Pero nunca me he sentido satisfecha con esas fórmulas - más que nada porque también he tenido que ser muy resiliente en la vida y no me identifico con la mayoría de los consejos que nos dan.


Lo que me ha funcionado a mí es mucho más sencillo de todas las largas listas de consejos - y son nada más ni nada menos que los modelos de resiliencia que ofrecen otras personas que han conquistado. Yo, de niña - como todos los niños - me encantaban los cuentos, y me atraían mucho las historias verdaderas de personas reales que habían conquistado a pesar de grandes dificultades e injusticias. Todavía me encantan estas historias.


(imágen: Aimee Mullins)
Os animo a conocer la historia de Aimee Mullins (hacer clic para ver el vídeo que tiene la opción de activar subtítulos en español) - una mujer que nació con una enfermedad que obligó a los médicos a amputarle la parte inferior de sus piernas. En este vídeo Aimee nos cuenta su experiencia como mujer "minusválida". Es modelo y atleta premiada pero ha tenido que superar los prejuicios de la sociedad y sus propios sentimientos hacía su situación.
Aimee, para mí, es una prueba de que se puede vivir una vida plena y llena aún faltando algo muy importante. Creo que es un mensaje importante para muchas personas adoptadas que se quedan mirando lo que no saben y no tienen y echando la culpa de todo a esa falta tan molesta de información. La historia de Aimee nos proporciona una oportunidad fantástica para hablar de la importancia de nuestra actitud, de nuestra interpretación de las circunstancias.

¿Pero cómo se puede ir incorporando estas historias en la vida de nuestros hijos?

Siguiendo unos pasos muy sencillos:

Primer Paso: Encontrar Modelos de Resiliencia

Están por todas partes. Salen en los periódicos y sobre todo en las revistas del fin de semana. Están en Internet. Y se venden en forma de biografía. Creo que una vez que estemos convencidos de la importancia que estas historias tienen para nuestros hijos, los veremos por todas partes.

Por ejemplo, me acuerdo que viendo las noticias durante los últimos ParaOlímpicos vi un reportaje sobre el equipo español de esquí. Me encantó la historia de una chica joven que había perdido una pierna en un accidente de moto. Es una persona llena de vitalidad y optimismo. Esquía como una loca - increíble. Me dio ánimos en un momento bastante difícil, me recordó la importancia de siempre superar a pesar de todo, de no dejar que las circunstancias se convierten en rejas, en una jaula...

Segundo Paso: Contárselo al Niño

Así de fácil: "No vas a creer lo que leí hoy en el periódico..." o "Tienes que ver la foto de una persona increíble que he visto en Internet..." "¿Puedes crear que hay una chica sin piernas que practica deportes?"


Tercer Paso: Destaca lo importante

Si hay una cosa que estoy aprendiendo cuanto más cursos de comunicaciones imparto es la tendencia que tenemos a dar por hecho que los demás comprenderán la importancia, el significado de nuestro mensaje. Pero si no les decimos explícitamente, es fácil que no lo capten, que dan otra interpretación a lo que hemos dicho y se les pega en la memoria un detalle que para nosotros no tiene importancia.

En el caso de Aimee Mullins, por ejemplo, en vez de comprender la historia como un modelo de resiliencia, el niño se puede quedar sólo con su fascinanción con las piernas artificiales - ¡o la guapa que es Aimee!


Por eso, hay que dejar claro la moraleja: "Aimee tenía que tomar una decisión importante. ¿Que hubiera pasado si Aimee hubiera decidido que era un inútil, que no era capaz de hacer nada porque le faltaba las piernas? ...¿Y que es lo que decidió Aimee? ... ¿Ves? En la vida nos pueden pasar muchísimas cosas buenas y malas. No podemos escoger muchas cosas de la vida, pero siempre, siempre tenemos la posibilidad de decidir lo que vamos a hacer con lo que nos ha tocado. ¿Nos quedaremos en casa llorando? ¿O saldremos a la calle a conquistar el mundo y hacer realidad nuestros sueños a pesar de todo?

Trabajar la Resiliencia

Lo ideal es que este trabajo se hace a menudo.

Personalmente estoy pensando en crear un especie de albúm, donde puedo ir metiendo imágenes de las noticias o de Internet junto con dos cosas:

1. Una breve descripción del desafió de cada modelo de resiliencia

2. Una lista de sus logros

Creo que sería más que suficiente para recordarnos lo básico para poder volver a contar la historia y desarrollar la moraleja.

Pero este trabajo no sólo sería para mi hija adoptada sino para todas. Creo que a todos nos viene bien estudiar modelos de resiliencia e interiorizar los mensajes que nos dan.
También me gustaría recordar que durante toda la historia los seres humanos hemos transmitido lo más importante a través de historias, de mitos y de leyendas. Seguimos con la tradición, pero tenemos que considerar las historias que llegan a nuestros hijos todos los días - las historias de Hollywood, de Disney, de la televisión. ¿Cuáles son los mensajes que están recibiendo? ¿Llegan las grandes verdades de la vida? ¿Están aprendiendo sobre su verdadero poder para vencer a pesar de cualquier pregunta que podrían tener sobre su pasado y sus orígenes?
Es difícil calcular el valor didáctico de un buen cuento.




lunes, 6 de septiembre de 2010

¿Tienes miedo a equivocarte?

"Ser madre es, seguramente, el único trabajo en el que siempre tienes miedo de estar haciendo algo mal, como si cualquier paso en falso es capaz de crear el desastre mayor de la historia, que ya sé que no."

Charo Izquierdo, Directora de la revista Yo Dona, 4/09/10


En Estados Unidos, en los años 40, todavía muchos padres no dijeron a sus hijos que fueron adoptados. Sin embargo, ya había un movimiento para hablar de la adopción. Lo sé porque mi tía fue adoptada en esa época y mi tía abuela - la hermana mayor de mi abuela - que era directora de un colegio infantil - dejó muy claro la importancia de decirle a mi tía que era adoptada.


En aquel entonces editaron un libro para niños que tenía que haber supuesto toda una revolución para familias adoptivas. Se tituló "El Niño Elegido" (The Chosen Child) y fue sobre un niño que fue especialmente elegido por sus padres (de entre muchos otros niños que esperaban familias) porque era exactameante lo que ellos estaban buscando. Hace poco mi abuela recordó con satisfacción haber comprado ese libro para mi tía y de habérselo leído muchas veces a lo largo de su niñez.


Hoy nos dicen que el mensaje del "niño elegido" fue equivocado.


En el Libro "Veinte Cosas que los niños adoptados desean que sabían sus padres adoptivos", Sherry Eldridge cita el caso de una mujer que recuerda como su madre señalaba a otro niño y dijo "¿Ves ese niño? Sus padres no tuvieron elección, no pudieron elegir, le tenían que aceptar, pero a tí te hemos elegido..."


Parece que el mensaje del niño elegido puede crear bastantes conflictos en la mente de un niño. ¿Si fueron elegidos podrían ser 'des-elegidos' o rechazados en algún momento si dejaron de ser todo lo que sus padres estaban buscando? Algunos dicen que tenían la impresión de que tenían que ser perfectos y que el idea de haber sido elegido les produjo inseguridad y angustia.


Cada vez que me encuentro con el testimonio de una persona que se siente dañado o ofendido por el cuento del Niño Elegido, me pregunto: ¿Cuál serán los errores de nuestra generación?


Es inevitable. No podemos hacerlo todo perfecto. Seguro que incluso algunas de las cosas que hoy nos exigen hacer para nuestros hijos serán vistas de otra manera en el futuro cuando nuestros hijos miran hacía atrás.


Creo que es normal que a veces tengamos miedo de equivocarnos, sobre todo a la hora de hablar de un tema tan delicada como la adopción. Pero creo que el miedo - como todo - tiene su lado bueno además del malo.


En inglés tenemos el concepto de "healthy fear" (miedo saludable) para hablar de ese miedo que nos protege cuando estamos haciendo algo arriesgado o peligroso. Queremos que nuestros niños pequeños desarrollan un miedo saludable hacía las alturas, por ejemplo, para que no se caigan. Queremos que nuestros hijos tengan un miedo saludable hacía el peligro y que aprecian los riesgos por lo que son.


Hablar de la adopción - más allá del famoso cuento de como fuimos por el niño - es a veces una tarea arriesgada. Tenemos que explicar conceptos difíciles, a veces complejos y algunas veces bastante dolorosos. Debemos de ser 100% sinceros pero sin brutalidad. Queremos suavizar la verdad sin mentir.


Creo que el miedo a equivocarnos en su forma más saludable puede servir para hacernos más sensibles hacía las necesidades de nuestros hijos. Puede hacernos más sabios también, ayudándonos a cuidar más nuestras palabras, a buscar más información, a leer algún libro y si es necesario incluso a pedir los consejos de un profesional de vez en cuando.



Después de mucha reflexión he decidido que lo que realmente me espanta no es ni que nos equivoquemos ni que tengamos miedo a equivacarnos sino que haya gente que no tienen miedo alguno a equivocarse, que están tan segurísimos de si mismos, que no cuestionan (ni permiten que nadie cuestione) si tienen o no la razón... y que no paran nunca a preguntarse si lo están haciendo bien - o mal.


También me preocupa que el miedo a equivocarse nos paraliza. Que nos hace callar o simplemente nos deja sin palabras. Que el niño hace una pregunta sobre algo difícil y allí estamos incapaces de responder por culpa de tener tanto miedo a equivocarnos, a no contestar bien, a hacer daño.

Es entonces cuando el miedo es nuestro mayor enemigo.

Por bien o por mal el miedo siempre estará con los que comprenden lo que significa la responsabilidad. Y gracias a esta comprensión lo más probable es que no vayamos a "crear el mayor desastre de la historia" por culpa de un "paso en falso".

Como dijo Nelson Mandela:

"Aprendí que la valentía no era la ausencia de miedo, sino triunfar sobre el miedo. El valiente no es el que no tiene miedo sino el que conquista su miedo."

sábado, 24 de julio de 2010

Detrás de Adopción por Dentro



Mónica de ProAdopcionMx


Gracias a este blog, he tenido el placer de conocer a muchísimas personas - madres y padres adoptivos, madres "biológicas" y personas adoptadas. Así fue que hace años conocí a Mónica, una mujer adulta, adoptada cuando fue una bebé recién nacida en México.



Ahora Mónica comparte una de nuestras "ciber-conversaciones" en su blog. Me ha hecho algunas preguntas personales: "¿Como surgió el idea de adoptar?", "Que es lo que sentí y pensé la primera vez que tuve a mi hija en brazos" y "Cuando y como empezé a hablar con mi hija sobre su adopción?". También me ha preguntado sobre algunos consejos generales que ofrecería para futuros padres adoptivos. Podéis encontrar las respuestas a estas y otras preguntas en "Pro Adopción Mexico".


Para mí ha sido un placer compartir una pequeña parte de lo que está detrás de Adopción por Dentro. Y, como este blog, la entrevista con Mónica ha sido para mí, sólo una oportunidad más para reflexionar, aprender y digerir mis experiencias como madre adoptiva, familiar de muchas personas adoptados y simplemente como persona comprometida con cualquier tema relacionado con la adopción.



¡Gracias Mónica!





viernes, 9 de julio de 2010

Amigos por Escrito



Hace poco compartí mi experiencia compartiendio los orígenes de mi hija con su clase de primaria a través de Power Point. Gracias a la participación de vosotros a en los comentarios del blog, alguién me pidió más información sobre otra idea que he tenido: conocer mejor la cultura de un país de orígen a través de un "amigo por escrito".




"Amigo por escrito" es el nombre que he puesto en español a una tradición americana - el famoso "pen pal". Su orígen me parece estar en los colegios y es una forma de conocer a niños de otros colegios o de otras zonas de EE.UU. o incluso de otros paises. Los profesores de dos centros, por ejemplo, hacen un acuerdo para intercambiar las cartas de sus alumnas.




El proyecto se suele utilizar para trabajar la redacción a través de un proyecto interesante y práctico. También se puede utilizar para conocer la geografía, la historia y la cultura de otra zona del mundo. Ganan los dos lados, tanto el niño que tiene que confeccionar un reportaje sobre lo suyo como el que recibe el informe junto con dibujos o fotos, quizás.




Siempre me ha gustado el idea. Me acuerdo que una vez tuve una profesora que nos organizó para tener un pen pal y me encantó. Así fue que me surgió el idea de hacer algo así para mi hija y de sugerirlo aquí en el blog para los demás familias.




¿Pero como hacerlo? Esto fue la pregunta que me hizo una lectora.




Fue entonces que me metí en Google para ver si había páginas de Pen Pals. Y ¡Claro que Sí!




Pero lo más gracioso es que no encontré un pen pal para mi hija - sino para mí. La primera página en la que me metí fue Interpals - la sección de China, el país donde nación mi hija. Había muchas personas Chinas buscando amigos de otros países para practicar idiomas. Decidí buscar un poco para ver si había alguién cerca de donde nació mi hija que buscaba a alguién para practicar inglés o español...




¡Que casualidad! A la tercera encontré a una mujer de mi edad de la capital de la provincia de mi hija. La envié una carta invitándola a escribirme y desde entonces intercambiamos mensajes todas las semanas.




Es increíble lo que estoy aprendiendo sobre la región de mi hija, sobre los costumbres, las fiestas, la gastronomía, pero sobre todo de la forma de pensar, del día a día, de como es el trabajo y cuales son los desafíos de la gente. Claro, he tenido mucha suerte. Me ha tocado una profesora de la universidad que sabe muy bien expresarse, que es inteligente y que tiene mucho, mucho que ofrecer.




Pero ¿Que es esto que dice el refrán? ¿La suerte te tiene que pillar trabajando? Yo lo interpreto así: para tener suerte, hay que lanzarse. En este caso ha sido simplemente lanzarme a Google. He tenido la suerte de encontrar a mi pen pal en muy poco tiempo, pero creo que buceando por allí, quizás todo sea posible. No lo sé. Es cuestión de probarlo.




Ahora estoy haciendo un cuaderno con todos los mensajes más las fotos que me manda de China y otras que bajo de Internet para acompañar la descripción de fiestas, comidas etcétera. A mi hija - que está en primaria - le interesa muchísimo. Vemos juntas las fotos y le comento lo que estoy aprendiendo en los correos. Más adelante pienso que este cuaderno podría ser un tesoro para ella, porque estoy aprovechando para hacer algunas preguntas que ya me ha hecho ella y otras que creo que podría tener más adelante.




Quiero animaros a todos a buscar fórmulas creativas para explorar los orígenes de sus hijos. No hay una forma más correcta que otra sino los que funcionan para una familia en concreto y los que no. Lo importante, creo, es abrir caminos para ir explorando una herencia que hemos ganado al adoptar a nuestros hijos.




Nota: Todavía no he investigado más para saber como crear un "amigo por escrito" internacional para un niño de primaria, por ejemplo.

lunes, 28 de junio de 2010

La Herida Prima de Nancy Verrier



"Se el cambio que deseas ver en el mundo." Gandhi


Esto es un giro radical.


Después de tratar el tema de la proactividad, me gustaría mirar el trabajo de Nancy Verrier, un libro que se titula La Herida Prima (sólo en inglés creo) y que trata de vincular una gran variedad de problemas de adaptación de niños y adultos adoptados con el momento de separación de su madre biológica al nacer.


Lo primero que quiero destacar es que este libro ha sido auto-publicado por su autor. Es decir, que el libro no ha pasado por un proceso editorial - con todos sus controles - antes de llegar al público. Esto dicho, también debo reconocer que han hecho 12 ediciones. Así que debe de vender bien. Muy bien. Yo misma lo encontré en uno de las hiper-librerías americanas, Barnes & Nobles, lo cual significa que el libro tiene demanda.


¿Que es la "herida prima" según Verrier?


Es "una herida física, emocional, psicológica y espiritual, una herida que causa un dolor tan profundo como para ser descrito como celular por los adoptados que se permiten entrar tan profundamente en su dolor. Comenzé a comprender la causa de esa herida como la separación del niño de su madre biológico, de una conexión con ella que parece mísica, espiritual y eterno. Las implicaciones de este descubrimiento y las respuestas a ello tendrán que informar la manera en que pensamos sobre la importancia de la relación madre/niño en el futuro y que es lo que nosotros como sociedad estamos dispuestos a hacer respecto a ello..."


Según Verrier, cuando adoptó a su hija - ya siendo madre biológica de otra niña - nunca imaginaba que la experiencia podría ser distinta a la de cualquier familia. Sin embargo, tres años de terapias psicológicas (para la niña) la convenció de que la adopción si era causa de importantes problemas para su hija - a pesar de haber sido adoptada a los tres días de vida y de haber sido siempre muy querida por su familia.


"Yo no tenía ni idea cuando empezó la terapia que la adopción tenía algo que ver con lo que estaba pasando con mi hija. A pesar de que yo había sido considerada una profesora muy respetada que comprendía profundamente a sus alumnos con cariño y intuición - además de ser una madre biológica de otra niña más pequeña que no estaba experimentando estas dificultades - creía que de alguna manera tenía que tener la culpa. Porque la mayoría de sus malos comportamientos se dirigían hacía mí, su madre. ¿Que es lo que estaba haciendo mal? ¿Porque estaba mi hija actuando de una forma tan hóstil y enfadada hacía mi en casa y luego tan íntima y cariñosa en público? ¿Porque tenía tanta carácter y porque era tan dramática? ¿Porque se sentía la necesidad de controlar totalmente cada situación? ¿Porque no podía aceptar el amor que yo tenía y que quería compartir con ella? Desde entonces he aprendido que 'todo se debía a su necesidad de conectar con su madre', como lo explica James Mehlfeld, un terapeuta que trabajo con adoptados. A la misma vez, este intento para crear apego estaba saboteada por sus comportamientos provocativos y destructivos mientras ponía a prueba nuestro amor y compromiso.


"Como pudimos conseguir la ayuda apropiada para ella, el final para nosotros como familia no llegó a las proporciones trágicas experimentadas por muchas familias adoptadas en que o el niño o los padres deciden salir de una situación tensa: El niño se va prematuramente o le echan de casa. Hemos podido ver a nuestra hija salir poco a poco de un comportamiento antisocial, provocativo y de crear distancia para convertirse en una joven social, sensible y cariñosa."


Hmmmm. Conozco muchísimas situaciones en familias biológicas que se podrían describir exactamente así. Y me parece que Verrier da por hecho de que si no había hecho la terapia con su hija, la relación entre ellas habría terminado mal, cuando el hecho es que no podemos saber como hubiera salido ni cuales hubieran sido sus conclusiones sin haberse encontrado con las ideas de los profesionales con los que se trató. Conozco casos en que un niño o un jóven está volviendo loco a sus padres pero que con el tiempo - y sin terapia - la relación llega a consolidarse y el jóven acaba siendo una persona encantadar. Pero eso es sólo mi experiencia...


Lo que pasa es que de allí Verrier decidió investigar más.


Cuenta que "el 'Movimiento de la Adopción'* empezo alrededor del tiempo en que estaba haciendo mis trabajo de post-graduado(un masters parece) en psicología clínica. Más y mas adoptados estaban saliendo para pedir acceso a sus archivos/historiales para que pudieron buscar a sus madres biológicas. Cogí la oportunidad y salí para entrevistar adoptados, algunos de los que habían buscado (a sus madres) y otros que no, para descubrir sus pensamientos, sentimientos y experiencias respecto a ser adoptados. El resultado fue la tésis de Masters en que este libro está basada."


De allí el libro de Verrier explora las múltiples formas en que el momento de la separación del recién nacido podría haber creado lo que llama una "herida prima" que le afectará durante el resto de su vida.


Hasta cierto punto este libro me ha parecido interesante, más que nada por su exploración del mundo subjetivo de algunas de las personas que luchan para comprender su adopción. Puede ser útil para comprender los sentimientos de algunas personas adoptadas - incluso de muchas - y de estudiar las perspectivas de algunas - pero no de todas. Puede ser muy reconfortante para algunas personas adoptadas descubrir a través de la páginas de esto libro que haya más personas que han sentido a veces como ellos...

Pero, el libro de Verrier, por muy interesante que pueda ser en algunos instantes, me parece más que nada una anéctoda. Con esto no lo quiero despreciar, porque sé que las anécdotas pueden ser sumamente útiles e importantes para comprender la vida. Pero es importante reconocer que este libro representa una mirada claramente subjetiva. Por muy interesante que pueda ser, no intenta tratar su tema con objetividad.


Y esto es lo que no me gusta: aparenta ser más objetivo y más basada en hechos de lo que realmente es. Me gustaría que ella reconociera la naturaleza subjetiva de sus "investigaciones". No me gusta que hable con tanta autoridad sobre los lazos entre madres e hijos - basado sólamente en sus investigaciones, que no me parecen nada objetivos y que no parecen haber sido revisados y replicados por sus colegas a través del sistema de publicación de trabajos profesionales que existe en EE.UU. Y no me gusta que hable de trabajos de investigación bien hechas sobre lazos entre madres e hijos como si fueran meras especulaciones mientras que hable como si sus entrevistas con algunas personas adoptadas representen una verdad indiscutible.


Así que no son tanto los contenidos del libro ni siquiera la idea de una herida prima (que siempre me ha parecido una cuestión interesante) sino el tono que utiliza el autor que no me gusta. Me gustaría que las ideas fueron contadas de otra manera.


Mientras que estoy de acuerdo con sus descripciones de las experiencias de algunas personas adoptadas, creo que ha tomado muchas libertades a la hora de "deducir" sus causas. Tomamos por ejemplo el caso de un niño que demuestra un miedo de ser abandonado. ¿Como podríamos saber que se debe a una herida prima que sufrió en el momento de separarse de su madre - de su olor, su voz, el tacto de su piel? Quizás se debe a sus conocimientos sobre su historia, de darse cuenta de que si una vez hubiera una separación se podría repetir, de que la vida es frágil, que no nos da garantías de nada.


Sabemos que cualquier niño puede pasar por una fase en la que se hace conscientes de que algo podría pasar a sus padres. Me acuerdo cuando estaba en primaria y mi mejor amiga se negaba a quedarse por la noche conmigo en mi casa porque tenía miedo de que algo podría pasar a su madre (¡eso sí, fue una verdadera trauma para mí!). Afortunadamente se le pasó, pero me imagino que a un niño adoptado, uno de carácter super sensible, se le podría afectar aún más.


Recomiendo mucha cautela para los que leen el libro de Verrier. Para mí representa una tendencia americana que goza de bastante popularidad ahora mismo, pero que no está realmente basada en más que la experiencia personal e intuición. Son dos cosas importantes - incluso fascinantes - y no digo que no sean válidas o que no merecen nuestra atención. Sin embargo, a la hora de interpretar la experiencia de nuestros hijos, tenemos que tener mucho cuidado con el papel que podría jugar una idea como la de la "herida prima".
Es una teoría interesante pero no muy sólida y no respaldada por hechos firmes. Si nos ayuda a explorar posibilidades, bien. Si lo utilizamos como excusa o para fomentar el idea de que nuestro hijo sea una víctima - no vale.


Yo también - como Verrier - he notado algo diferente en la experiencia de mi hija. Me siento (noto que digo "me siento" y no "estoy") segura de que su adopción juega un papel importante en su vida. Me parece que es imposible que una niña de su edad no se sienta algo afectada por las diferencias físicas entre ella y su familia. Me parece normal que tiene montones de preguntas sobre sus orígenes y su separación de su familia biológica. Incluso me imagino que se está empezando a preguntar a si misma porque las demás hermanas nacieron en nuestra familia y ella no - y cual podrían ser las implicaciones de algo así. ¿Como le puede afectar ese tipo de realizaciones? No lo sé.


También sé que las actitudes de la sociedad podrían tener su influencia. Las reacciones de la gente de la calle importan. Las cosas que dicen los niños en el parque o en el patio del colegio captan su atención y le dan mucho para pensar - lo comenta en casa. Los medios de comunicación, su trato de temas de adopción y su casi total ausencia de personas de la misma raza de mi hija también tienen impacto sobre su vida.


Me pregunto ¿Porque tendría que ser únicamente una herida prima la causa de sus actitudes, pensamientos, sentimientos etc.?


Me parece un intento para hacer muy simple una problema compleja.


Puede que en el futuro confirmemos la existencia de una herida prima, pero creo que si fuera así, su impacto sería difícil de medir. Lo más probable es que sería distinto para cada uno dependiendo de su carácter y personalidad. Sería diferente también dependiendo de su propia historia y la familia en la que fuera criado. Tendría que ver también con la experiencia en el colegio y la comunidad - el grado de aceptación de la persona y hasta que punto su experiencia fue agradable y acogedor. Los genes también podrían influir... En fin, sería un mundo nuevo para estudiar.


Si quieres leer La Herida Prima, no olvides tener a mano una buena pizca de sal.


También sería muy buena idea leer a la vez "Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva" por Stephen Covey. No puedo pensar en mejor consejo para asegurar una perspectiva equilibrada sobre lo que vais a encontrar en el libro de Verrier.


¡Suerte!


*Sé a lo que se refiere, pero no estoy segura de que se podría llamar un "movimiento". Es el creciente consciencia sobre "temas de adopción" y la demanda de muchas personas adoptadas en EE.UU. al acceso de sus historiales oficiales, tradicionalmente inaccesibles y cerrados por ley.