jueves, 26 de junio de 2008
Enlazados con la Felicidad
Hace poco mi amiga, la psicóloga Doctora Gabriella Kortsch, publicó una entrada en su blog que se titulaba "La Familia y la Gratitud Traen la Felicidad" (ver Gratitude and the Family Bring Happiness). Explica como investigadores de la Universidad de Texas han "descubierto" que la familia es el factor más importante para predecir la felicidad. Han visto que mientras que el dinero puede contribuir a nuestra felicidad, realmente los lazos familiares (es decir, la calidad de nuestras relaciones) son el mejor indicador de nuestra felicidad real.
Así que he pensado que mientras a todas las familias les viene bien fortalecer los vínculos entre sus miembros - puede que interese aún más a nosotros que nos hemos enlazado a través de nuestras corazónes con unos vínculos que pueden ser tan fuertísimos como cualquieros pero que la sociedad no siempre comprende.
Sobre todo, últimamente, con todo lo que estoy pasando con la adolescencia (muy normal) de mi hija mayor - que a veces me da la impresión que le gustaría cambiarme por un modelo más blandita (que le diera, por ejemplo, toda la libertad que quisiera sin exigir a cambio que asumiera cada vez más responsabilidad) - me doy cuenta de lo importante que es que nuestras familias aciertan en esto: que creamos y mantenemos lazos super fuertes entre nosotros y nuestros hijos. Llegará la adolescencia para todos y cuanto más fuerte, mejor.
Así que quiero volver al libro de Stephen Covey, "Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Eficaz".
El año pasado explique su concepto de la Cuenta Bancaria Emocional (Ver Relaciones Padre-Hij@ ) que existe en cada relación - queremos o no. Según explica Covey nos interesa mantener siempre un saldo bien alto - que en las relaciones más íntimas requiere una atención constante. Como él explica, cuando entramos en números rojos, la relación empieza a resentirse. De allí nos explica como ir aumentendo los fondos para que la relación sea siempre satisfactoria y fluída, incluso durante los momentos más duros de la vida (como por ejemplo, la adolescencia).
En el libro menciona seis formas importantes de hacer depósitos en la Cuenta Bancaria Emocional - y como Covey tiene 8 hijos, siempre destaca la importancia de estos conceptos para la relación padre/hijo). Aquí los repaso con algunos comentarios mios:
-Comprender el individuo: muchas veces olvidamos que no podemos simplemente inventar depósitos según lo que nos parece lo más adecuado o interesante. La única forma de hacer depósitos de verdad en tu relación con tu hijo es conociendo bien como es, que es lo que le importa, que es lo que más quiere - y que es lo que no le interesa o no le gusta para nada...
A veces los padres pensamos en todo lo que hacemos para nuestros hijos y no podemos creer su actitud o que no son agradecidos etcétera (sobre todo en los momentos más rebeldes), pero vale la pena meternos en las zapatillas del niño o joven de vez en cuando para ver el mundo desde su punto de vista y apreciar lo que más le aprecia en este momento de su vida. Luego hay que transmitir esa comprensión no sólo con palabras...
-Cuidar los detalles: comprendiendo bien el individuo hace posible prestar atención a las cosas que le son importantes y de demostrar nuestro amor de una forma especial cuidando los detalles.
-Cuidar los compromisos: asegurar que si prometemos una cosa seguimos adelante pase lo que pase y si realmente no puede ser, lo hablamos bien y llegamos a un acuerdo. Incluso los niños más pequeños necesitan saber que si decimos una cosa lo vamos a cumplir.
-Clarificar Expectativas: según el autor del libro clarificar lo que esperamos de otra persona desde el principio (en cada situación) requiere tiempo y esfuerzo pero a lo largo supone un gran depósito. No hacerlo hace que acabamos con mal entendidos, frustraciones, problemas de comunicación. Es decir, supone muchas retiradas de la cuenta emocional. "Creamos muchas situaciones negativas simplemente por tomar por hecho que nuestras expectativas son evidentes y que los demás las comprenden y las comparten."
Para mí esto ha sido clave para llevarme bien con mis hijas mayores. No puedo exagerar la importancia de sentarnos para hablar antes de emprender cualquier proyecto familiar: las vacaciones, compartir las tareas de la casa, comenzar un nuevo año escolar, incluso ir de compras, recibir a los abuelos, comer fuera de casa, dejar que vayan con los amigos etc. Dependiendo de la edad, hay expectativas en cada situación de nuestra vida. Si hemos comunicado de antemano y de forma clara sobre los límites, ellas se suelen portar mejor y si deciden no conformarse a las normas de nuestra familia, por lo menos están preparadas para las consequencias y no acaba con "alegaciones de injusticia".
-Demostrar integridad personal: Dice nuestro autor que, "La integridad personal genera confianza y es la base de muchos otros tipos de depósitos. La falta de integridad puede ir en contra de casi cualquier otro esfuerzo para crear una cuenta de alta confianza. Las personas pueden intentar comprender al individuo, cuidar los detalles, clarificar expectativas, cuidar los compromisos y todavía fracasar a la hora de crear grandes reservas de confianza por que no son coherentes por dentro.
"La integridad incluye, pero va más allá de la honestidad. Ser honesto significa decir la verdad - es decir - conformar nuestras palabras a la realidad. La integridad significa conformar nuestra realidad a nuestras palabras.... una de las formas más importantes de demostrar la integridad es ser leal a quien no este presente. Haciendo así, cultivamos la confianza de los que sí están presentes. Cuando defiendes a los que están ausentes, mantienes la confianza de los que están presentes."
Los adolescentes están particularmente sensible a cualquier muestra de hipocrosía. A veces parece que tienen "detectores de duplicidad". (Incluso los niños pequeños están muy alertos en este sentido: "Pero mamá, ¿no me dijiste que la Coca Cola era malo para la salud? Entonces ¿Porque lo estás tomando tú? !!!)
-Pedir perdón con sinceridad: Sí - incluso los padres. Dice Covey que requiere mucha foraleza personal para reconocer que uno no tienen razón, que ha hecho mal, que "te he humillado delante de tus amigos, y eso no está bien... te pido perdón". Pero ojo: Cuenta el autor como un día estaba escribiendo en su estudio - redactando un trabajo sobre "la paciencia", si lo podemos creer. Los niños estaban jugando fuera haciendo mucho ruido hasta que uno empezaba a golpear la puerta del cuarto de baño, gritando para que la hermana abriera la puerta. El autor estaba ya harto y salió gritando a los niños, castigando al niño que golpeaba la puerta. En seguida descubrió que el niño solo quiso coger una toalla para un hermano que se había hecho daño y estaba sangrando.
Le pidió perdón pero el niño no quiso aceptarlo porque, como dijo, "hiciste lo mismo la semana pasada". Y dice Covey que lo que realmente le estaba diciendo el niño era, "Papá te has quedado sin saldo. No vas a solucionar con palabras un problema que has creado a través de tu comportamiento."
Ahora me gustaría añadir otros dos depósitos más que en mi experiencia ha sido muy importantes:
Enseñarle algo a tu hijo
Implicarnos personalmente en la formación de nuestros hijos requiere paciencia (una virtud que se puede cultivar pero que hoy en día está en peligro de extinción :) pero que puede aportar muchísimo a nuestra relación. La tendencia es para delegar esta tarea a "los profesionales", que no está mal. Sin embargo los padres también tenemos muchísimo para enseñar a nuestros hijos y es bueno que sepan esto y que están acostumbrados a aprender cosas de nosotros y con nosotros.
Enseñar a tu hijo a planificar un viaje familiar, a cocinar, a cuidar un animal, a apreciar el arte, la literatura, la música o la naturaleza, a hacer manualidades, jugar a las cartas... Creo que a veces en esta sociedad moderna con tantas prisas, estrés y "profesionalización" olvidamos del gran placer de enseñar a nuestros hijos y así conocerle mejor y crear grandes reservas de confianza en nuestra relación.
Bueno, y un último depósito que he aprendido a hacer con los años y es delegar responsabilidad a los hijos. Aunque siempre se quejan y se resistan al principio, al final, asumir con éxito cada vez más responsabilidad contribuye a su autoestima y así a su nivel de satisfacción con la vida.
Entregar responsabilidades a un hijo es un arte que hay que cultivar:
*Hay que comunicar con el hijo sobre su nueva responsabilidad
*Hay que víncular la nueva responsabilidad con un motivo para asumirlo (más libertad, privelegios, un aumento de su paga etc)
*Hay que formarle bien para poder cumplir con éxito su responsabilidad
*Hay que dejar claro las consequencias de no complir con su responsabilidad
*Y, hay que asegurar que el hijo experimente las verdaderas consequencias de sus acciones - que pueden ser positivas o negatives, dependiendo de su elección.
Bueno ¿Alguién nos puede sugerir mas formas de enriquecer la relación entre padres e hijos?
miércoles, 18 de junio de 2008
La Adopción Abierta
jueves, 12 de junio de 2008
Nuevas Voces - Nuevas Perspectivas
He escrito sobre el "tríangulo de la adopción" (¿Un Tabú de la Adopción?) y hemos hablado de como tenemos que tomar en cuenta la relación entre los tres puntos de cualquier adopción: padres adoptivos, hijos, padres biológicos.
Es curioso que en la España del 2008, en general escuchamos una sóla voz - la de los padres que han adoptado. Hablamos del "Boom de las adopciones" como si fuera un fenómeno nuevo, cuando realmente lo único nuevo es que la adopción internacional ha entrado en el juego y ahora las familias creadas y aumentadas a través de la adopción son más numerosas (y más visibles) que nunca.
La verdad es que el triángulo que representa la adopción está aquí en España - intacto, pero oculto. A través de este blog (de mi correo personal), estoy empezando a conocer tanto personas adoptadas como madres que vienen aquí en busca de los hijos que tuvieron que entregar en otra época, cuando era prácticamente imposible que una mujer soltera se quedara con un niño. Estas personas me están cambiando las perspectivas por completo...
Reconozco que hay lugares - más que nada grandes ciudades como Barcelona y Madrid - donde se están organizando conferencias donde invitan a personas que han sido adoptadas para que los padres que han adoptado recientemente puedan aprender más sobre el punto de vista que podrían tener sus hijos. Sin embargo, creo que en general, apenas se escucha la voz del adoptado, y la de los biológicos es inexistente.
Últimamente he tenido el gran privilegio de conocer a una persona adoptada aquí en España que hoy es adulta y quiere compartir con nosotros su experiencia. Me está confirmando que en su experiencia los temas más centrales de la adopción son igual aquí que en cualquier otro lugar del mundo - los que tienen que ver con la pérdida, el rechazo, la culpabilidad, el duelo, el control, la identidad, la intimidad (ver La Formación es Imprescindible) - todas estas cosas en las que los padres no queremos pensar.
Como padres adoptivos, vemos la adopción de nuestros hijos desde nuestro punto del triángulo, y desde allí todo es sol y luz. Es una de las experiencias más bonitas y alegres de nuestras vidas. Así que cuesta a veces entrar en esta misma experiencia desde el punto de vista del adoptado, que desde su lugar en el triángulo posiblemente puede ver una mezcla de sol y nubes - puede querer con locura la vida que le ha tocado a la misma vez que tiene preguntas, dudas, preocupaciones, incluso un hueco en el corazón que parece nunca poder llenarse - un especie de vacío voraz que requiere información que no está, que desde pequeño le puede empujar a inventar respuestas y explicaciones que a veces no son los más adecuadas.
Nuestra nueva amiga aquí en el blog, no sólo es adoptada, sino que es psicóloga que a veces trabaja con alguna persona adoptada. Desde su blog, nos describe su encuentro con una niña con quién comparte la experiencia de haber sido adoptada y a quién ella comprende de una forma especial:
Notas Secretas
Apenas llega a los 8 años, y al metro su altura. Pelo lacio, largo, con un flequillo que se mueve con cada golpe de cabeza. Ojos negros, con forma especial, de mirada fuerte, viva e inquieta. Boca grande, labios finos, dientes graciosamente separados, dispuesta a dibujar selectivas sonrisas.
Tiene una fuerza impresionante, un carácter maduro y aparentemente, solo aparentemente, muy seguro. Se enfada con facilidad, y cuando lo hace nota (o eso dice) cómo le sube la rabia desde el ombligo, aprieta los dientes y por mucho que cuente hasta cien, explota. Parece un volcán. Salen sus rabiosas palabras expandidas, dejando estático a quien se encuentre a su alcance. Después sufre, mucho sufre, se arrepiente y tiene un inconsciente miedo que no sabe sacar. Entonces busca por la casa cualquier trozo de papel para escribir. Todo sirve. Y va dejando cartas y notas por la casa, a su padre, a su madre, y a su hermana. Algunas las deja escondidas en sus intocables cajones, carpetas o rincones…puede incluso esconderla debajo del colchón o de la almohada. Toda la casa está llena de esos pedazos de ella, que a veces se encuentran y a veces no:
"mamá, no me dejes nunca, eres la mejor madre que he tenido…."
"haré lo que sea papá, no soportaría que me dejaras de querer…"
"hermanita, aunque me enfade no pienses nunca que te dejaré…"
En sus silencios y en secreto, suplica a los que quiere que no dejen de quererla, y pacta con ella misma un obligado autocontrol. Quiere preguntar de dónde vino, pero hace cómo que no le importa. Quiere pensar que pertenece, pero rechazando lo que realmente es.
La he visto pocas veces, pero nos entendemos y compartimos ese rasgo diferenciador, que no es precisamente el físico (ese que no soporta por ser lo que le refleja, a cada momento, la diferencia del resto).
Me veo en ese volcán… pero sé que todo es.... simplemente... un subjetivo y emotivo reflejo personal.
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Se puede leer mas en Cuentos Olvidados" del blog "Historias de Abril".
Antes de publicar esta entrada decidí primero dejar que "Abril". Le ha gustado, pero también me ha hecho un comentario muy interesante sobre este último párrafo que yo había escrito para cerrar la entrada:
Por mi parte, le doy las gracias a esta mujer por permitirnos ver a través de una ventana única - para conocer vistas desconocidas para muchos padres, de los lo que puede sentir un niño que ha llegado a interpretar los hechos de su vida de una forma no adecuada que le está causando dolor. Sabiendo cosas así, podemos aplicar lo de "más vale prevenir que curar"... Así que leo esta información con esperanza, que me siento más equipada para detectar posibles mal entendidos. También me recuerda de la importancia de simplemente hablar con los niños, de sacar temas que ellos no saben sacar y ayudarles a digerir información que muchas veces está fuera de su capacidad para digerir sólos.
Después de leer esto, "Abril" me ha dicho:
"El hecho en si de crecer sabiendo que eres "no esperado o no deseado" hace que conlleve consigo mismo mucha carga emocional negativa. No se trata de malos entendidos, ni de interpretar los hechos de forma errónea, creo. Simplemente que hubo alguien que se quedó embarazada en un momento no oportuno (por lo que sea), y esto es una realidad que hay que afrontar, y asumir, no se puede cambiar o interpretar de otra manera, hay una parte de la vida que conlleva dolor y debemos saber gestionarlo. La falta de información si creo que puede llevar a malas interpretaciones o malos entendidos. Pero esto solo es una opinión muy personal, y seguramente subjetiva. Cuando a uno le falta información se le dispara el "alien creativo" que tenemos en nuestra mente y llena esa falta de información inventando, creando, sabiendo que en realidad solo es eso: invención. Esto crea inseguridad (en todos los ámbitos, también en relaciones personales y de pareja)."
Y yo digo: ¿Como podemos darte las gracias "Abril", por compartir con nosotros esa perspectiva del adoptado que tanto nos hace falta?
¡Un abrazo!
martes, 10 de junio de 2008
¿Existen las Casualidades?
lunes, 2 de junio de 2008
Lo que tenemos en común
Historias escritas por personas adoptadas