miércoles, 30 de julio de 2008

Una Seño de Cuatro Años

Cindy Champnella ya era madre con experiencia cuando fue a China para adoptar a Jaclyn de cuatro años. (Presenté a Jaclyn en Nunca es Demasiado Tarde). En el libro "Adoption Parenting" cuenta como Jaclyn convirtió su vida (y la de su familia) en una montaña rusa durante el periódo de adaptación.

Foto: creo que la niña a la derecha es Jaclyn, junto con el niño que cuidó en su orfanato Chino y quién finalmente pudo recoger...

"Adoptar a Jaclyn fue una decisión que hice solamente con mi corazón, "cuenta Cindy. "Si me hubiera parado para pensar en la adopción, incluso para un momento, no lo habría hecho. No había leído nunca nada sobre la adopción de niños mayores hasta que me monté en el avión para ir a China. Y, para decir la verdad, si hubiera leído algo no habría entrado en esa avión.





"Mi primer año con Jaclyn fue una montaña rusa que iba hacía arriba y hacía abajo. Las caídas hacía abajo mi dieron vértigo y a veces me hicieron cuestionar mi salud mental. Pero la alegría que Jaclyn daba a mi vida me ayudaba a encontrar el equilibrio. Sin embargo, desesperadamente me hacía falta algún apoyo. Luchaba. Me sentía desanimada y confusa y amaravillada y perdida - todo a la vez. Perdí la perspectiva mientras abordé el desafío que era ser madre de esta niña de cuatro años que me había robado el corazón."





Hoy Cindy Champnella es autor de "Niño que Espera: Como la Fé y el Amor de una Huérfana Salvó la Vida de Otro". Pero en "Adoption Parenting" ha resumido lo que aprendió de Jaclyn. Dice que a pesar de todo, por lo menos tuvo la gran suerte de que Jaclyn fue un niña muy habladora que compartió con ella todo lo que estaba pensando. También le contó como era su vida antes de la adopción, las dificultades de vivir en un orfanato, sus sentimientos de tristeza cada vez que una familia llevaba a otro bebé y ella se quedaba allí sin familia. Así esta madre tuvo la oportunidad de entrar en la mente de una niña mayor para saber como era la experiencia de ser adoptada después de tantos años de espera.





Estas son las lecciones que Jaclyn enseño a Cindy:





1. Asumir que te puede rechazar


Jaclyn no quiso ser adoptada por una familia extranjera. Estaba horrorizada con su situación y esto hizo más difícil la transición. Una vez que sabía hablar inglés le confesó a Jaclyn que no le había gustado al principio "por que tu naríz y tus ojos eran un poco asquerosos". Hizo todo lo posible para no salir de China con esa mujer tan rara.





La buena noticia es que al final Jaclyn llegó a querer con locura a su mamá. Para los que se encuentran en esta difícil situación, estas son las recomendaciones de Cindy para superar la primera fase - la de conocer a tu hijo y pasar tiempo juntos en su país:





*Preparar el camino - es buena idea enviar un albúm con fotos para que el niño este preparado antes de conocer a su nueva familia. Puede que no lo reciba pero recomienda intentarlo.





*Salir a la calle - salir del hotel todo lo posible puede reducir el estrés.





*No soltarle nunca - recordar que el niño probablemente no sabe estar fuera de una institución y tendrás que estar muy pendiente (Cindy perdió a Jaclyn tres días después de conocerla... parece que la recuperación fue rápida, pero el susto duró mucho tiempo - la niña se había escondido).





*Pensar en la comida - para el niño esto puede ser fundamental y puede ayudar para construir los primeros lazos entre vosotros.





2. Asumir que te lo puedes replantear


Sentirte rechazado es duro. Es normal que puedes pensar, "¿En que me he metido?" e incluso desear que tu hijo fuera otro. Como dice Cindy, te enamoras del niño de una foto y la realidad puede ser bien distinto. Nos recuerda que el amor no crece de un día a otro ni para los padres ni para el niño y nos recomienda:





*Fingir - hasta que te sientes ese amor verdadero, fíngelo. Y nos asegura que lo vamos a sentir. Es cuestión de tiempo.





*No seas demasiado duro contigo mismo - Si no sientes el amor por tu hijo al principio, no eres mala madre, dice, eres una madre sincera. El amor tiene su propio tiempo y camino.





3. Saber que el "amor" no es suficiente


Como he dicho en otras entradas, pienso que muchas veces la gente dice esto porque están definiendo el amor como un sentimiento (de enamoramiento, de cariño...) en vez de una serie de acciones y virtudes. Pienso que Cindy también confunde el amor/sentimiento con lo que realmente es el amor. Pero estoy de acuerdo con su mensaje básico - que un niño que ha sufrido traumas y grandes deprivaciones necesita much más que amor (sentimiento). Puede que necesite normas, seguridad, apoyo, ayuda profesional... y yo añadiría que muchísimo más y que todo esto tendría que ver con lo que es el amor de verdad: una tarea que no nunca termina, que es duro pero que produce muchísima alegría y que requiere que los padres desarrollen virtudes como la paciencia, la fortaleza, la voluntad, la perserverancia, la generosidad etc... vamos, que nos convertimos en Santos :)





4. Saber que la transición no es un camino recto


Cindy pensaba que cada día sería mejor, pero no era así. Dice que iban desde tener problemas hasta "acostumbrarnos a los problemas" hasta "ahora la vida parece normal con estos problemas" hasta el desastre. Ocho meses después de la adopción la situación llegó a ser más difícil que nunca y una amigo le felicitó a Cindy porque era evidente que Jaclyn ya se confiaba lo suficiente para demostrar sus comportamientos más desafiantes - "fue la máxima prueba", dice la madre, "para ver si me quedaría incluso durante los momentos más duros... Pasar todos los minutos del día con una niña malhumorada, difícil, mandona que me desafiaba todo, me machacó."





Para los que lo están pasando mal, recomienda:





*Recuerda que es temporal - cuando estás en medio de estas situaciones dificiles parece que es para siempre. "No podrás 'arreglar' todo lo que pasó antes en unos pocos meses. O años. O quizás nunca. Y 'arreglar' no es el objetivo. Tiene que ver con aceptación, superación, aprendizaje y crecimiento. Mantén una perspectiva de largo plazo - estaís juntos en un viaje de descubrimiento."





*Ser firme y constante - no cambias ni las rutinas ni las normas simplemente porque parece que el niño nunca va a aprender a conformars a ellos. Ser constante es crítico.





*Mantener la calma - Cuénta a cien. Cuenta a un millón, dice. Cualquier cosa antes de mostrar ansiedad, miedo o enfado, que solamente hará subir esos mismos sentimientos en el niño.





*Seguir demostrando tu amor - en el peor momento es cuando el niño más necesita saber que le quieres, le aceptas y que nunca te vas a rendir, siempre estarás a su lado.





5. Saber que la socialización necesita su tiempo.


Fácilmente programamos una agenda social que no es adecuado al niño durante los primeros meses/años. Hay que recordar que un niño mayor que lleva toda su vida en una institución necesitará mucho tiempo para ir aprendiendo e incorporando comportamientos socialmente aceptables. Es un enorma trabajo para ellos.





Recomienda Cindy:





*Repasar lo que esperas del niño - ante cada situación nueva hay que explicar cuales son los comportamientos que esperas del niño. Hay que ser muy claro sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer (algo que en mi experiencia es útil con TODOS los niños).





*Estar atento a sus reacciones - como no han pasado por un proceso normal de socialización, puede que la actividad o la experiencia más sencilla les aterroriza. Por ejemplo, antes de montar en el autobus para ir a su primer día del colegio, Jaclyn, pregunto si algún día iba a volver de la escuela. Hay que comprender que todo es nuevo y no tienen ni idea de lo que puede pasar.





*Explicar, explicar, explicar - dice Cindy que durante un tiempo se sientió como si fuera un concursante en un programa de televisión, que hay que explicar todo y enseñar como funciona todo.





*Estar en alerta para la sobrecarga - tienen tanto que aprender y todo es tan nuevo que fácilmente se puede llegar a sobrecargarse de información y experiencias. Mejor ir poco a poco.





Bueno, pues creo que Cindy Champnella aprendió tantas cosas de Jaclyn que voy a tener que continuar en la próxima entrada.




Nota: Cindy Champnella ha sido trabajadora social para adopciones y cuando escribió para "Adoption Parenting" estaba terminando el postdoctorado en psicología con una especialización en la adopción.

miércoles, 23 de julio de 2008

Nunca es Demasiado Tarde

Foto: ACCION - Tírate al centro de la acción, deja que tus manos se ensucian, déjate caer al suelo, y entonces intenta alcanzar las estrellas.



Creo que (casi) todos nosotros nos preguntamos de vez en cuando si estamos criando bien a nuestros hijos.

Y es normal que a veces nos damos cuenta de que hemos caido en algún error: el niño es demasiado consentido o un poquito rebelde, es caprichoso con la comida, es desordenado, contestón, perezoso, no comparte, no parece estar motivado para estudiar...
Para estos enfrentamientos con la realidad, he encontrado mis héroes en los padres que han adoptado a niños mayores y que han conseguido no sólo integrarles en su nueva familia sino también que los niños se recuperaron de grandes deficiencias e incluso maltratos o traumas para poder llevar una vida "normal" y conseguir ser personas responsables y felices.
Ya hemos conocido la historia de Chas y Cathy en Niños Mayores - Una Historia Verdadera. Cuando noto, por ejemplo, alguna laguna en la educación de mis hijas, me inspiro en el simple idea de esa pareja enseñando a leer, a utilizar un tenedor y a cruzar la calle a niños de 10, 12 y 15 años, por ejemplo. Cuentan como tuvieron que convencer a un adolescente del valor de pedir disculpas cuando chocas accidentalmente con alguién...

Creo que a veces nuestra sociedad tan moderna y sofisticada se olvida del gran potencial humano que no siempre se puede medir con las estadísticas o las pruebas de inteligencia. Creo que a veces nos rendimos con demasiado facilidad ante las dificultades con nuestros hijos, diciendo, "Es que ya es demasiado mayor... Es que ya no me escucha... Es que él es así... Es que tiene mucho carácter... Es que no le gustan las verduras" Y mil cosas más como si un niño de 8, 10 o 15 años ya era una persona totalmente formada sin posibilidades para adquerir nuevos hábitos, cultivar nuevos gustos, demostrar más respeto o desarrollar sus capacidades intelectuales a pesar de los resultados que nos trae del colegio.

Comprendo la importancia de los primeros 2 años en la vida de un niño - y la suma importancia de toda la infancia y también la adolescencia. Sin embargo, creo que a veces limitamos a nuestros hijos y a nuestra capacidad para formarles incluso más alla de las etapas de desarrollo en las que es más fácil inculcar ciertos hábitos y desarrollar ciertas capacidades.

Reconozco que un bebé que no recibe estímulo para hablar durante los primeros años probablemente no podrá hablar nunca. Parece claro que para ciertas habilidades tenemos una ventana de tiempo limitada para poder completar las tareas necesarias para luego realizar nuestra máxima capacidad en ese campo. Sin embargo es mejor no fijarnos demasiado en esos límites cuando se trata de nuestros hijos.

Foto: "Actua como si fuera imposible fracasar."

Pienso en la historia de una pareja que adoptó a un chico de unos 15 años que vivía en un centro para jovenes donde trabajaba el marido. Le adoptaron más que nada por piedad, sabiendo que no era mal tipo pero que iba en camino a la carcel. El chico sufría de una falta tremenda de educación y de formación. Nunca había realmente conocido el amor de una familia y había crecido en frias instituciones. Lo único que sabía hacer era ver la tele y mirar el techo (durante horas y horas). Era una persona totalmente apático. Parecía un caso imposible. Pero con paciencia y empeño, lograron que aceptara algunas pocas exigencias y límites. De alguna forma, se integró en la familia y comenzó a hacer algo de su vida. Con 18 años decidió ser militar. Cuenta la madre como volvió unos años más tarde con su mujer y sus hijos - un hombre hecho y derecho (y un buen padre).

He leído muchas historias así.

La historia de Jaclyn es otra prueba de lo que se puede conseguir con mucha paciencia. Fue adoptada de China con 4 años... en contra de su voluntad. Rogó al director del orfanato a darle a una familia China en vez de una familia extranjera. Incluso pidió auxilio al taxista. Rechazó a su nueva madre e hizo la vida muy difícil a sus nuevos hermanos. No sabía comportarse ni dentro de una familia, ni fuera en la calle. Pero con mucha paciencia y amor su madre conseguió establecer una relación de fuerte amor (y adoración mutua) con su hija, integrarla en la familia y también la sociedad.

Sé que no todas las adopciones de niños mayores funcionan. Sin embargo, el hecho de que muchas sí funcionan, me inspira. Me han enseñado que cuando se trata de nuestros hijos NUNCA es tarde para mejorar nuestra estratégia, para ayudarles a crecer como personas.

Con esto no quiero sugerir que sea fácil. Sin embargo, como todo en la vida, si te atreves a intentarlo será cada vez menos difícil...



miércoles, 16 de julio de 2008

Niños Mayores - Una Historia Verdadera

Foto: Integridad
El alma está teñido del color de sus pensamientos. Pensar sólo en las cosas que pueden aguantar la plena luz del día. Tu decides el contenido de tu carácter. Día tras día, lo que decides, lo que piensas y lo que haces es la persona en la que te conviertes...

Cathy y Chas Long ya eran padres de seis hijos cuando adoptaron seis hijos más. Sí - he dicho SEIS hijos más.

Cathy cuenta su experiencia en el libro "Adoption Parenting". Dice que tanto ella como su marido estaban encantados con ser padres y siempre habían querido adoptar niños mayores que quizás nunca tendrían la oportunidad de encontrar a su "familia para siempre".

Quiero compartir la historia de Cathy y Chas como parte de todo un paquete de información que pienso colgar aquí en el blog sobre la adopción de niños mayores. Cuando hablamos de la adopción de un "niño mayor" podemos estar refiriendo a niño con tan solo dos años. Pero en el caso de Cathy y Chas, la menor de los niños tenía 10 años y la mayor 15 cuando adoptaron a un grupo de hermanos (3 chicas y un chico) más otra niña del mismo orfanato y una niña más de otro orfanato - todos de Rusia.

Para muchos de nosotros esto podría parecer una locura, pero por lo que cuenta Cathy, parecen ser personas muy pacientes. Viven en una zona rural y me da la impresión de que son personas de mucha fe.

El grupo de hermanos habían sido testigos de las peleas de sus padres en Rusia y habían sufrido frecuentes abandonos durante largos periódos de tiempo durante los cuales tuvieron que buscar comida incluso en la basura. Luego estuvieron ingresados en un orfanato, igual que las otras dos chicas. El trato que recibieron todos en los orfanatos les marcaron de una forma profunda.

Según Cathy, los tres desafíos más grandes para ella y su marido fueron:

1. Combatir el miedo y la falta de confianza que mostraron los niños.

Les daba miedo todo y no querían que viniera ninguna visita a la casa. Tuvieron que aprender a prepararles a los niños para cualquier visita: explicar quien iba a venir, porque y para cuanto tiempo iban a quedarse. Luego los niños no quisieron que los padres salieron de casa sin ellos. Querían ir con ellos y en cuando llegaron al destino querían volver a casa.

Parece que la clave era volver a expresar su amor y compromiso una y otra vez y crear una rutina bastante rígida para que pudieron sentirse seguros. Por ejemplo, durante los primeros 4 meses les llevaron a la biblioteca pública todos los día, enseñándoles a cruzar la calle, pasando sólo 10 minutos en la biblioteca y luego volviendo a casa - poco a poco haciendo crecer su confianza (tardaron un año para sentirse cómodos durante 30 minutos allí fuera de su casa). Lo mismo hicieron con el supermercado - un proceso de socialización en pequeños incrementos y a base de total constancia.

2. Enseñarles a escuchar y comunicarse

Los niños llegaron con una falta total de habilidades para comunicarse. Se distraían mientras alguién intentaba hablar con ellos. No estaban acostumbrados a que los adultos hablaron con ellos. Así que tuvieron que enseñarles a seguir una conversación. Estos padres pasaron mucho tiempo hablando después de las comidas y contestando todo tipo de preguntas (parece que bastante más de lo normal).

3. Amor/odio irracional hacía personas de su pasado

Fue difícil aceptar los sentimientos de los niños (del grupo de hermanos) hacía sus padres biológicos. De alguna forma querían a su madre biológica, pero también sentían lástima por ella. El chico la odiaba por no haberles protegido - pero no culpaba a su padre. Cathy y Chas hablaron mucho con ellos para intentar ayudarles a comprender la situación, el posible punto de vista de sus padres, lo difícil que es la vida para personas que no tienen formación ninguna, lo importante que es conseguir una buena formación...

Y los tres desafíos más grandes para los niños fueron:

1. Aprender los comportamientos que la sociedad esperaba de ellos.

Tuvieron que empezar de cero, aprendiendo a utilizar un tenedor, portarse bien en la mesa, cruzar la calle, no andar por encima de los muebles, ir por el supermercado sin abrir paquetes...

2. Vivir en una cultura nueva después de haber vivido en otra.

Como podemos imaginar, todo fue nuevo y distinto - no sólo de Rusia sino de la vida que habían conocido en un orfanato.

3. Comprender el concepto de familia.

Cuatro años después de la adopción, todavía los niños dirían cosas al estilo de "llevamos cuatro años aquí y todavía no nos habéis dado una paliza todavía" o "estamos esperando a que os emborachéis y nos abandonáis". "Poco a poco han aprendido a que así somos nosotros: trabajamos para pagar las facturas y cuidar de nuestros hijos. Estamos activos en su educación, sus deportes y sus interéses. Pasamos largas horas hablando con ellos y respondiendo a sus zillones de preguntas. Les queremos y les damos abrazos antes de dormir," dice Cathy. "Nuestro hijo Matthew está un su último año de secundaria este año. Fuimos a una exposicion de universidades y no miraría ninguno que era a más de una hora de casa. Dijo, 'Es demasiado lejos de mi casa.'"

Y las tres mayores alegrias de Cathy y Chas:

1. Siendo testigo de la alegría que los niños han mostrado por su educación.

Tienen mucha curiosidad sobre el mundo. Les han gustado desde el principio que sus padres les leen en voz alta, les encanta ver documentales y son muy respetuosos con sus profesores en el colegio.

2. Escuchar y responder a un sin fin de preguntas.

No es de extrañar que estos niños han preguntado sin parar porque estos son padres que les encantan explicarles todo, todo, todo. Dice Cathy que incluso los hijos biológicos (que eran mayores) estaban encantados con las perspectivas que aportaron sus nuevos hermanos.

3. Disfrutar de cada individuo único y verles crecer.

Dice Cathy, "Hemos recibido una oportunidad única para conocer a estos increíbles y resilientes niños. Todos sufrieron retrasos físicos debido a la mala nutrición y su desarrollo emocional también estaba comprometido. Hemos visto unos niños inmaduros crecer para ser unos adultos inteligentes y seguros de si mismos. Ha sido una alegría ver sus personalidades abrirse como un flor y su individualidad salir de allí. Su viaje ha hecho evidente que hemos añadido a nuestra familia un grupo de jovenes fuertes y inteligentes."

Si alguién piensa adoptar a niños mayores, recomiendo el libro de Deborah Gray: Attaching in Adoption - Practical Tools for Today's Parents. Sólo sale en inglés. Es una guía excelente para poder comprender a un niño mayor (a partir de 2 años creo) que ha sufrido importantes cambios en su vida y cear vínculos fuertes incluso con los niños más traumatizados.





martes, 8 de julio de 2008

El pasado no se puede cambiar - el presente sí

Foto: CREER Para lograr grandes cosas tenemos que no sólo actuar sino soñar, no solo planificar sino creer. - Anatole France

Todos hemos pasado por un proceso muy duro para adoptar a nuestros hijos. Es normal que un proceso tan largo y tan lleno de entrevistas, indagaciones y papeleo sea algo frustrante para los que sólo quieren ser padres.


Sin embargo, creo que es bueno reflexionar de vez en cuando sobre el significado del proceso por el que hemos pasado - y no sólo desde nuestro punto de vista, sino desde el punto de vista de nuestros hijos y los padres que les han tenido que entregar, o que, en algunos casos que han perdido de forma injusto a sus hijos.


En mis lecturas sobre todo tipo de temas que tienen que ver con la adopción, me he tropezado con algunos casos que me han hecho apreciar cualquier trámite que este diseñado para asegurar la situación legal de nuestros hijos antes de llegar a nosotros.


Aquí comparto la historia de Mark Rodgers, un jefe de General Motors. Es un hombre alto, guapo, inteligente y apasionado por el deporte. Confiesa que quiere un montón a su familia, que le adoptó de Corea del Sur cuando tenía 3 años. Es felíz con la vida que le ha tocado.


Pero el caso es que en Corea del Sur, Mark formaba parte de una familia tradicional coreano en que sus padres vivían con los abuelos paternos y cuando vinieron tiempos difíciles y el padre estaba lejos de casa haciendo la mili, la abuela - que parece que fue una persona con un carácter bastante desagradable - cogió a los niños y los dejó en un orfanato.


Los padres de Mark y Sunny (su hermana) pasaron los años buscando a sus pequeños. Por fin, 23 años más tarde, encontraron primera a su hija (que había sido adoptada por una familia Noruega). Fue ella quien localizó a su hermano en E.E.U.U. Los dos fueron reunidos primero con su hermana pequeña (que nació después de la tragédia) y - parece - luego con los padres.
Os traduzco la carta que Mark recibió de su madre en Corea:
"Querido In Kwon,
"¡In Kwon! Cuanto tiempo he querido llamarte por tu nombre en persona...
"Han sido ya 25 años que hemos estado separados. Me gustaría saber si recuerdas que fuimos en tren para visitar a tus abuelos maternos. En aquel tiempo tuvieron un restaurante y tu abuela, tu, Sunny (la hermana) y tus tios y tias todos vivíamos juntos. Había un pozo en el jardín y una tienda pequeña fuera de nuestra casa. Me acuerdo de todos los detalles de cada momento que pasamos juntos. Te encantaba jugar con un caballo de madera y te llamamos "Doma" (Tomás en coreano).
"Ahora te contaré sobre tu pasado. Tu padre y yo nos enamoramos y nos casamos siendo jovenes - yo tenía 20 años y tu padre 21 años. En aquel tiempo tu abuela vivía en la isla Cheju y yo vivía allí con ella. Aunque las cosas han cambiado mucho, en aquel tiempo era obligatorio que una mujer tenía que vivir con sus suegros al casarse. Al principio éramos felices pero cuando tu padre se fue para hacer la mili las cosas se volvieron difíciles.
"Tu padre era el que había mantenido a la familia. Pero entonces tu abuela tenía que mantener a todos y tu y yo fueramos una carga para ella. Lo odiaba y nos echó de casa. Se fue con su familia sin decirnos donde. Hice todo lo posible para encontrarles porque quería saber algo de tu padre. Ella me mintió diciendo que tu padre ya no me quería y interceptó todas las cartas que él me envió. Incluso dijo a tu padre que yo le había dejado para comenzar una nueva vida.

"Tu padre cogió un descanso para buscarnos. Nadie sabía que sería el principio de una tragedia... Nos encontró el último día de su descanso. Fue demasiado tarde para llegar a la base militar a tiempo. Se fugó de la policia y nosotros tuvimos que quedarnos con tu abuela.


"Todos los días la policia venía a su casa y nos echaron una bronca intentando encontrar a tu padre. Tu abuela no lo toleró y me echó de su casa y os abandonó a tí y a tu hermana. Cuando me enteré de lo que había hecho, visité todos los orfanatos. Nadie en la familia me diría donde os había abandonado. Nunca consideré que podrías haber sido adoptados por extranjeros, fuera de Corea, porque me dijeron que os habían adoptado el director de un instituto. Cuando encontré a tu hermana (Sunny), me preguntó si podrías haber acabado en el extranjero. Fue el esfuerzo de tu hermana que te encontró.


Espero que así respondo a tus preguntas - aunque sólo mas o menos. Por favor, preguntame cualquier cosa que quieres saber. Te responderé con la verdad. Siempre he estado triste, como ni sabía si estabas vivo o muerto. Y ahora, me siento mejor porque por lo menos sé que eres un adulto respetable. Espero que podemos olvidar las amargas memorias del pasado y encontrar el perdón. También estoy adjuntando el certificado de tu baptismo - de una semana después de tu nacimiento.


Por favor, cuídate mucho.


Amor siempre,


Mamá"


Y aquí está la carta que Mark escribió a sus padres:


"Queridos Padres,


"He recibido tu carta y lo nuestro es una historia de tragedia y tristeza pero también de agradecimiento y celebración.


"He descubierto a través de vosotros y de Sunny (la hermana) que fui entregado en adopción sin tu consentimiento o conocimiento. Por culpa de una abuela odiosa y unas influencias culturales, nos han robado 25 años de nuestras vidas haciendo que no nos hemos podido conocer. Tragicamente no podremos nunca volver a capturar esos años perdidos. Fácilmente yo podría estar consumido de fúria y depresión si solo me enfocaba en las injusticias que sufrí hace 25 años.


"Mientras intento comprender todo lo que ha pasado, me he dado cuenta de las muchas cosas maravillosas que han pasado como resultado de mi adopción. Nunca hubiera conocido a los padres maravillosos que me han criado y amado ni tampoco a mi hermano y todos los miembros de mi familia adoptada. Nunca hubiera conocido todos los maravillosos amigos íntimos que he hecho durante mi vida y nunca hubiera tenido la oportunidades con las que he sido bendecido.


"Han sido las experiencias de mi pasado y las personas en ello que han ayudado para hacerme el hombre que soy. Estoy orgulloso de quien soy y de todas las cosas que he conseguido hacer hasta ahora.


"Es un giro extraño del destino que me ha dado una oportunidad para volver a conocer lo que perdí hace tantos años. Me ha permitido saber de una familia coreana que nunca sabía que tenía. Más importante, me ha permitido por fin descubrir la historia de mi adopción.


"Todavía estoy intentando digerir los muchos temas que tengo en mi mente y solo os pido que seaís pacientes conmigo. Mientras tanto, podemos seguir escribiendo cartas para poder comprendernos más... Mark"


Y por último, la carta que escribió el padre biológico de Mark a sus padres en E.E.U.U.:


"Queridos Padres de Mark:


"Os escribo esta carta para deciros 'gracias' por criarle a Mark durante todos estos años. Mi nombre es Jin-Sun, el padre biológico de Mark. Nací en 1952 y ahora tengo un pequeño negocio.


"Han sido ya 23 años desde que perdimos In Kwon. Nunca pensamos que podría haber sido adoptado al extranjero y sólo le buscamos en Corea. En los años 70 Corea fue un país muy pobre. La economía iba mal y la gente era pobre e incapaz de hacer algo. Tuve que hace la mili (que aquí es obligatorio) cuando Mark tuvo 3 años. La decisión distorsionada de mi madre nos separó. Ahora es inutil hablar de quién tenía la culpa de esta mala fortuna. Fue una experiencia tan dolorosa que nunca lo podemos olvidar. Sólo nuestra voluntad para encontrar a Mark y Sunny nos hizo fuertes y seguimos buscando a nuestros hijos abandonados.


"No puedo daros suficientes gracias por haber criado a Mark. Creo que Diós le llevó a tan buenos padres. Rezaré para vosotros y para Mark durante el resto de mi vida. No ha pasado ní un solo día sin rezar por Mark. No puedo expresar con palabras mi gratitud hacía vosotros. Siento avergonzado por no haber podido proteger a mis hijos... JS"


Esperemos que hoy en día el marco legal que se están creando a nivel internacional ayude para evitar este tipo de situación. Desgraciadamente un sistema humano siempre tendrá sus deficiencias, pero esto no nos libra de la responsabilidad de siempre ir mejorando.


Lo bueno de la historia de Mark es que a pesar del gran fallo de haber permitido la adopción de un niño no desamparado, el sistema sí funcionó en muchos respectos. La familia de Mark fue tan bueno como debió de ser. Mark tuvo un niñez feliz y parece ser un hombre responsable, equilibrado y satisfecho con su vida.


Esta historia se cuenta junto con muchos más en el libro "After the Morning Calm" (Después de la calma de la mañana) un proyecto co-ordinado por la Dra Sook Wilkinson y Nancy Fox.








miércoles, 2 de julio de 2008

La Foto Que No Salió

Foto: "Conseguir Objetivos: Cuanto más mayor la dificultad, más gloria hay en superarla." Epictetus

Antes de ir a China por mi hija, creo que el único consejo que se me quedó grabado en la mente era que tenía que recoger toda la información posible sobre su vida allí, su pasado, las personas que la habían cuidado, sus raices... coleccionar artefactos, lo que sea, para luego ir sacando las cosas poco a poco a lo largo de los años y así quizás, satisfacer su deseo de saber más...

Pero no es siempre fácil conseguir la información que queremos.


No culpo al gobierno Chino. En general, sé que puedan haber dificultades en todo el mundo para conseguir la información y los contactos que queremos para poder elaborar la historia más completa posible para nuestros hijos. Pasa con las adopciones en Estados Unidos, en Inglaterra, en España - en todo el mundo. A veces es que los padres biológicos no han dejado rastro, por la razón que sea. Pero en general, las autoridades y las leyes suelen impedir nuestro acceso a la información que más querrán nuestros hijos.


Así que no sé porque, pero a la hora de emprender un viaje al pueblo natal de mi hija, me encontré con resistencia. Según la guía, desde el orfanato habían dicho que no - or por lo menos que no me iban a recibir allí.


Para mí era muy importante por lo menos ver el pueblo donde ella había pasado el primer año de su vida. Quería hacer fotos de ese lugar, poder describírselo.


En el fondo, también quería conocer gente. Me hubiera gustado conocer a su madre de acogida, la mujer que según mis informes oficiales dormía con mi niña en su propia cama cada noche. La que comunicaba que lo que más le gustaba era bajar al parque y ver los dibujos en la televisión.


Quise conocerla para poder saber como era, para hacerle alguna foto para el album de mi hija, para hacerle un millón de preguntas. Quiso confirmar lo que sospechaba - que ella también quería mucho a nuestra hija. La niña nos había llegado en tan perfecto estado, tan cuidada e incluso le habían enseñado algún jueguecito con las manos. Quería que esa mujer supiera que la niña estaba en buenas manos, que le íbamos a cuidar muy bien y que ya la queríamos mucho, mucho.

Quise conocerla, pero eso no pudo ser. Así que me empeñe en por lo menos simplemente irme al pueblo por mi cuenta. Estaba a una hora del capital de provincia donde estábamos y junto con otro padre del grupo, mi marido y yo (que íbamos con la niña) contratamos un taxi y avisamos a la guía que nuestro plan era salir por la mañana. Fue entonces cuando me dí cuenta de que nuestro plan era chocante para ella. Estaba muy preocupada y me dí cuenta de que si algo nos pasara podría sufrir las consequencias.

Así que aceptamos su decisión de acompañarnos.

Valía la pena ir al pueblo. Era totalmente disinto a lo que yo había imaginado. Realmente, estaba pensando en un pueblecito perdido en el campo, pero es que no sabía lo que significa la palabra "pueblo" en un país como China. Fue una pequeña ciudad de unos 120,000 habitantes con un casco viejo encantador, una calle peatonal lleno de comercios y monumentos y un barrio nuevo con grande bloques de apartamentos modernos alrededor de un parque fantástico con lagos artificiales, más monumentos e incluso un "mini-gran muralla China" alrededor. Nos dijo alguién (a la guía) que se estaban preparando para el turismo - que sólo puedo imaginar que esto quiere decir que se están preparando para recibirnos a nosotros en el futuro cuando empezamos a volver con nuestras hijas...


Iba por la calle con mi cámara intentando encontrar el equilibrio entre disfrutar de cada cara, tienda, edificio - del verde de los arboles que filtraban el sol sobre el rojo de los taxi-bicicletas que iban por las calles - y captarlo todo con mi cámara...
...cuando de repente ví a una mujer mayor que venía por la acera con un bebé pequeño en brazos. Pensaba que tendría que ser una abuelita con su nieto.


La mujer nos miraba - con cautela, pero como si no pudiera evitarlo, como si tuviera curiosidad. Pero es que mucha gente nos miraba con curiosidad así que no sé porque, pero nuestra guía se acercó a ella y empezó a preguntarle cosas.


Mientras tanto, le hize una foto a la mujer con el bebé allí tan feliz acurrucado en sus brazos.


Cuando terminaró de hablar con nuestra guía, la mujer siguió su camino y la guía explicó que era una madre de acogida - ¡UNA MADRE DE ACOGIDA! - que no conocía a nuestra hija porque había muchísimas madres de acogida (no me acuerdo cuantas) en el pueblo, y que había dicho que no era permitido hacerles fotos... (¡Así que tuve la satisfacción de saber que había conseguido hacer una foto prohibida!)


En ese momento, dí la vuelta para seguir con mis ojos a esa mujer y "su bebé" justo a tiempo para ver como ella, ya algo lejos de nosotros, cogió a la pequeña contra su pecho en un abrazo y le dió lo que me pareció ser un beso. Sea lo que fuera, fue una clara muestra de cariño.


Puede que lo del cariño fue sólo mi interpretación, pero no lo creo. Lo que ví en sus ojos, en su curiosidad hacía nosotros y su conversación con nuestra guía fue una mujer que quería saber que iba pasar con la niña que estaba cuidando como si fuera suya. Seguro que todos ya saben que vienen personas de muy lejos para llevar a "sus niñas", y al vernos allí con nuestra niña en brazos, ella sabía que se estaba enfrentando con la realidad, con el futuro de la pequeña que tenía en sus brazos.

Para mí fue triste y bonito a la vez. Quise saber que había esa posibilidad, que era posible que esas mujeres se encariñaron con nuestras niñas, que de verdad mi hija podría haber recibido el regalo más grande de mundo - que es el amor - desde la primera semana de su vida (que es cuando fue recibida por su familia de acogida).


Volví de China con un juego de té hecho de la porcelana de la provincia de mi hija. Tengo guardado la ropa que llevaba cuando llegó a nuestros brazos. La compré una cometa muy bonita y bastantes cosas más. Llené dos libretas de escritos sobre nuestra experiencia allí en su país natal. Tengo videos y tengo muchas fotos - pero creo que el recuerdo que tengo de esa madre de acogida con "su niña" en brazos es el mejor de todo.


No es exactamente lo que buscaba, pero fue algo. Y es que creo que en ese pequeño viaje aprendí una cosa que quizás mi hija también tendrá que aprender: que cuando buscas algo, no siempre lo encuentras, pero puedes encontrar otras cosas muy valiosas en el camino - así que el simple hecho de buscar es muy importante.





Misteriosamente, la foto "prohibida" no salió, pero el recuerdo siempre será nuestro.